"Estamos volviendo a tiempos en los que la Iglesia es molesta"

«La Iglesia no tiene ningún interés particular en apropiarse de nada. En los 15 años que llevo como vicario no soy consciente de que ningún bien haya pasado a manos de la Iglesia, como dicen algunos. No se ha inscrito nada que no sea de las parroquias ni de la Diócesis, y todo eso está siempre acreditado». Así de tajante se mostró este miércoles el vicario de Asuntos Económicos y Sociales de la Diócesis de León, Pedro Puente, en respuesta a la polémica surgida en relación a los bienes inmatriculados de la Iglesia Católica. Puente lamentó que «frecuentemente» se difundan noticias que no se ajustan a la realidad y que cree que tienen como único objetivo desacreditar a la Iglesia con titulares «impactantes» pero que no informan «con verdad». «Estamos volviendo a tiempos en los que somos molestos. Nuestro fundador terminó en la cruz y parece que la Iglesia tiene que ser un poco perseguida, cuando está haciendo un gran bien a la sociedad, está contribuyendo al bienestar de la gente y a la justicia y la beneficencia», dijo.

El vicario de Asuntos Económicos y Sociales de la Diócesis, que fue el protagonista del espacio Entre Nosotras –que cada miércoles emite Cope León en colaboración con La Nueva Crónica– incidió también en que la Iglesia cumple con la legalidad y paga el IVA y todas sus tasas «religiosamente», aunque haya gente que se «empeñe» en pensar lo contrario. Sí que reconoció, no obstante, que no abonan el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), pero porque están exentos de ello «como todas las instituciones sin ánimo de lucro de este país».

Durante la entrevista Puente advirtió también que la Iglesia genera riqueza, ya que para el Obispado y sus instituciones trabajan en estos momentos 275 personas y son muchos los empleos indirectos. Además, se refirió a la nueva iglesia del barrio de La Lastra, inaugurada recientemente y en cuyo proyecto se plasman «dos inquietudes» de la Diócesis: la construcción de un columbario y la creación de un espacio para el depósito o almacenaje de bienes muebles propiedad de templos que permanecen cerrados casi todo el año y que había que proteger. De ella dijo, además, que se trata de un edificio bonito, luminoso y amplio, cuyo diseño se debe a una arquitecta.