Español para tender puentes entre Ucrania y León

La Escuela Oficial de Idiomas ofrece de forma altruista clases de castellano a las personas que han llegado a la provincia huyendo de la guerra

Cristina Centeno
25/04/2022
 Actualizado a 25/04/2022
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El idioma es el principal obstáculo que se encuentran los ucranianos que huyen de la guerra y llegan a España. Una dificultad que tratan de allanar en la Escuela Oficial de Idiomas de León. A través de un plan altruista que implica ya a 18 profesores, 65 ucranianos reciben clases de castellano para poder defenderse en el día a día de la que será su casa hasta que se resuelva el conflicto en su país.

El proyecto echó a andar antes de Semana Santa y cada vez son más los participantes, tanto docentes como alumnos. Aprenden castellano desde lo más básico. Los números, los colores, las horas o frases básicas para comunicarse, por ejemplo, al hacer la compra. Seis de las alumnas recibieron este lunes la visita de la delegada territorial de la Junta en León, Ester Muñoz. En el interior del aula y gracias a la traducción de la profesora, la delegada pudo darles la bienvenida a la provincia. Ellas también tomaron la palabra sobre todo para dar las gracias a todos los que trabajan en hacer más fácil su inclusión. "Les he dicho que somos una tierra de acogida y espero y deseo que sientan ese acogimiento y el tiempo que estén aquí, que esperemos que sea el mínimo porque se resuelva cuanto antes, estén acogidos y se sientan a gusto", confió. También quiso resaltar la solidaridad de los leoneses con el pueblo ucraniano desde que comenzó la invasión rusa porque "muchos granitos de arena hacen que esta ola de solidaridad realmente ayude a las personas que están viviendo lo que están viviendo".

En cuanto al proyecto de la EOI, Muñoz confía en que la iniciativa se extienda para que la inclusión sea más fácil. En el centro, la comunidad educativa se ha volcado buscando horas libres y haciendo trabajo extra para facilitar el aprendizaje a estas personas, que viven situaciones realmente duras. "A nivel emocional es bastante difícil y bastante duro, porque ves que tienes delante de ti una realidad. Yo durante la clase soy feliz porque consigo olvidarme un poco mientras les estoy enseñando, pero enseguida te das cuenta de la cruda realidad. Por un lado es un honor, pero por otro me voy para casa con el corazón un poco tocado", reconoce Víctor Pinzón, uno de los docentes.

Empezaron con dos clases pero ya han duplicado las horas. Cada vez son más los ucranianos que a través del boca a boca llegan para aprender español, desde una niña de cinco años hasta una mujer de 78 y familias enteras. Personas que comparten una dura realidad que en la Escuela Oficial de Idiomas tratan de hacer más llevadera.
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