Español

Como nos hemos vuelto todos locos, uno, que está más loco que nadie, no entiende nada. Antes los rojos eran internacionalistas. «Mi patria es el mundo», decían. Ahora quieren la independencia de supueblo, de su barrio, de su casa. ¡Cuanto daño hace Ikea con lo de ‘Bienvenidos a la república independiente de mi casa’! Cuando dije «decían» quiero decir «decíamos». Los de CUP o los de Bildu no creo que puedan ser catalogados como fachas o de derechas. Son de extrema izquierda y piden lograr lo que todos los marxistas desde Marx han querido superar. Para no comprender.

¿Soy español? Pues claro, ¿o no lo dice mi DNI? ¿Estoy a gusto o contento de serlo? A mi me da lo mismo. Pude haber nacido en Colombia y hablaría el mismo idioma, nexo que «ellos» elevan a la categoría de místico. O en Argentina, o en Costa Rica. ¿Me importa ser español? Ni lo más mínimo, como tampoco me importaría ser colombiano o ser ‘tico’. ¿Reniego de ser español? Pues tampoco, mire usted. Me alegro cuando ganan las selecciones o cuando Nadal lucha como un vietnamita y pierde o cuando leo un buen libro de cualquier persona que nació, por accidente, en el mismo sitio que yo. Me encanta la tortilla de patata, la paella, el cocido, el poder tomar vinos hasta las tres de la tarde con los amigos y luego poder ir a comer a un restaurante, dormir la siesta con pijama y orinal y poder seguir con el mismo ritual hasta las diez y picar algo luego. Esto, lo de beber y comer hasta tan tarde sólo ocurre en este país y da igual en que lugar te encuentres. Me pone como un burro que Goya naciese aquí porque, por lógica, la mayoría de sus cuadros están aquí y puedo disfrutar como un tonto viéndolos cada vez que puedo ir a Madrid. Me río como un chavalín con las películas de Berlanga, o ‘reviendo’ ‘Amanece que no es poco’,y luego me hacen pensar y sólo un español las comprende del todo.

Podría seguir un rato enorme poniendo ejemplos pero no quiero. Esta semana se celebró la fiesta nacional de España, el día 12, el mismo día que Colón descubrió de chiripa un continente, el mismo día que los aragoneses celebran la fiesta de la Virgen del Pilar. ¿Es malo hacerlo? No, creo que no, pero por lo visto ha disgustado a mucha gente; gente que dice montones de barbaridades para denigrar este asunto de la fiesta. Son gente con poco caletre y mucha mala baba. Joder, ¡mira que no querer aprovechar un día de fiesta!

¿Que qué me disgusta de mi país? Lo que a todo el mundo, siempre que ese mundo tenga un dedo de frente: los políticos, la corrupción, el paro, la violencia, los políticos, la corrupción, el paro... Pero, por otro lado, creo que a un japonés o a un inglés o a un samoano también le encabronan las mismas cosas, por lo que llegamos a la conclusión de que en todo el mundo sucede, más o menos lo mismo. En lo que ganamos por goleada es en el número de tontos de los cojones por metro cuadrado. Pero esto es otra historia..., una apreciación subjetiva. Salud y anarquía