Espacios de imaginación

19/09/2018
 Actualizado a 05/09/2019
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Pocos espacios más atractivos e imaginativos que las «paradas de coches de bebés y niños». Allí convive la libertad y la imaginacióny no hay dictadura que las sujete.

Ya puede la madre calzarlo cien veces que en la genética infantil viene cargado un programa según el cual esos pies que aún no conocen los misterios de cómo andar y correr son capaces de quitarse los zapatos y tirarlos al suelo en unos segundos.

No les ha dado tiempo a aprenderlo pero lo saben.

No faltará aquel que sin hablar consigue hacerle entender a su madre o a su padre o a los abuelos que al lado de su carrito debe viajar otro con su mascota o con su peluche. Y si le robas el deseo tendrás que aguantar una tarde de perros, de lloros, de desobediencias, que ofrecerán una tregua y una sonrisa cuando el nuevo carrito aparque allí, donde debe estar.

Seguramente será la mascota o el peluche con el que siga durmiendo durante años. Y tampoco conciliará el sueño en esas noches en las que la madre hace la prueba de intentar quitársela porque está vieja, rota y descosida, pero que consigue la paz de ese cerebro insondable.

Y si necesitas comprar algo estás en el lugar apropiado. Escucha las conversaciones y sabrás dónde están las mejores cremas, los pañales, las bondades de los maxi-cosis, los trucos para que duerma, los mejores pediatras, los trucos infalibles... Son los espacios de la imaginación.
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