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‘Esnortao’ en su totalidad

10/08/2015
 Actualizado a 14/09/2019
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Llevaba tiempo, desde que nací, que era frecuente que me esnortara y tuviera que sacar el cartabón calibrado para volver al suco. Pero ayer me esnorté en mi totalidad y se me olvidó que era sábado, que había quedado con vosotros en este rincón, que hay que coger el teléfono cuando te llaman (mejor, que hay que tener teléfono, que ésa es otra)... y cuando la mi Rosa, que estaba de cierre, se iba a tirar por la ventana apareció el tío Pedro, de La Bañeza, que es como la madre Teresa de Calcuta y evitó lo que pudo ser y no fue.

Pero tampoco os extrañe tanto que me esnorte (al margen de mi condición de natural desbrujulada)porque el mundo es un verdadero sindiós. Las carreteras están llenas de lobos contricornio que te hacen dar más rodeos que a la Pantoja para entrar en la cárcel por una puerta secreta, que ya el GPSdel ZXdice «sigue el señor por donde le salga de la punta el nabo, yo me apago». Encima ayer en mi pueblo celebraban el baile de carnaval, lo que te hace creer que tiene que ser martes...

Y, para qué negarlo, me pasó como a Sarines el de Canseco el día de Santiago de aquel año que hacía viento. Marchó andando para el pueblo, allá a las siete de la mañana. Pasó el tiempo y a las ocho apareció otra vez en el punto de partida una hora antes. «Ostia, esto no es Canseco», dijo extrañado.

Como entonces los guardias civiles no eran lobos se abrió una investigación cuyo informe final fue definitivo:«El ciudadano caminaba en dirección contraria al viento cuando le entraron ganas de hacer sus necesidades menores. Como el viento le devolviera el fluido que eliminaba se dio la vuelta. Debido a la cantidad de líquido acumulada tardó en el proceso de evacuación y olvidó que se había dado la vuelta por lo que reinició el camino apareciendo en el punto de partida».

¿Ahora me entendéis?
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