logo-hidalgo.jpg

Esas merecidas vacaciones

23/07/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Guardar
Como ya augurara Fórmula V en varias de sus canciones... canciones que a buen seguro y, pese al tiempo transcurrido, muchos de ustedes aún conservarán en su memoria, las ansiadas vacaciones de verano ¡ya están aquí!

Con agosto a la vuelta de la esquina, más de uno tendrá ya la maleta a la puerta de casa deseando cerrarla y huir de la rutina, el trabajo y el asfalto de la ciudad. También nosotras llevamos anhelando ese momento, pese a que, como hemos podido leer en el artículo ‘Mi abogado se va de vacaciones’, algún cliente pueda resistirse a asumirlo. Figúrense, un abogado de vacaciones... ¡qué desfachatez!

Sí señores, por ‘peregrino’ que a alguno le parezca, en esta bendita profesión también se necesita el descanso y la desconexión, sin que por ello tenga que darse el apocalipsis. Probablemente el asunto que lleva en la mesa de la cocina seis meses, no necesite una respuesta legal inmediata en agosto y, a buen seguro, bien pueda resolverse en septiembre. No obstante, si están de vacaciones y el problema surge amenazando con enturbiar esos días soñados, tengan en cuenta estos consejos.

Si han optado por contratar un viaje organizado a través de una agencia y se encuentran con que las condiciones no se ajustan a la oferta contratada, la agencia está obligada a proporcionales una solución de manera inmediata, bien sea con un cambio de hotel, o bien con excursiones alternativas, en caso de cancelación de las previstas, etc...

La agencia, en todo caso, debe responder con soluciones rápidas! Incluso, si las mismas no son de su agrado, o la calidad de los servicios es inferior a la pactada inicialmente, no se angustie si su abogado está de vacaciones, conserve siempre el contrato, folletos publicitarios y cualquier justificante, para poder reclamar posteriormente una compensación económica.

Si después de horas de viaje con sesenta minutos que se multiplican por dos y reiterados «¿cuánto queda?», llegaran ustedes a su destino deseosos de alojarse en esa habitación de ensueño que han reservado por internet, pero oh fatalidad!..., se encuentran con que el hotel nada tiene que ver con lo contratado, o la habitación presenta deficiencias importantes, no olviden que pueden solicitar un cambio de hotel o de habitación de igual o mayor categoría, nunca inferior.

Si ello no fuera posible, podrán solicitar, en todo caso, una compensación económica proporcional en el precio, en función del perjuicio causado.
Si finalmente les dieran una solución diferente y no estuvieran conformes, siempre podrán resolver el contrato y el reembolso de lo pagado, aunque probablemente en este caso tengan ustedes que cambiar sus vacaciones programadas por unos días en el pueblo con los abuelos...

Si han tenido la fortuna de que el viaje, el hotel y la habitación son más de lo que podían esperar y todo está saliendo a pedir de boca, salvo porque al volver de la playa detectan que esa cámara que se llevaron para inmortalizar las vacaciones o ese reloj de pedida ha desaparecido de su habitación... la posibilidad de reclamar puede ser algo más compleja, pues los robos no siempre corren bajo la responsabilidad del establecimiento hotelero.

Si los objetos estaban en la caja fuerte de la habitación, el hotel será responsable cuando ésta se haya abierto y siempre que puedan ustedes acreditar que los objetos estaban dentro de ella.

Es conveniente que se informen del límite económico de responsabilidad que el hotel tiene asignado para ese servicio de seguridad, así como proceder obviamente a la correspondiente denuncia por los hechos, no se olviden!

Y no olviden tampoco, que si viajan en avión y el vuelo se cancela, frustrando así la llegada en el día y hora esperada, tienen derecho al reembolso del precio del billete o bien a un transporte alternativo, siempre que sea posible. Igualmente podría, según el caso, instarse una indemnización y reclamarse el derecho de atención, mientras usted se mantiene a la espera de que le faciliten un nuevo vuelo. Y, esto operaría igual, no sólo en casos de cancelaciones, sino también cuando el vuelo contratado sufre retrasos injustificados, a salvo de los casos de fuerza mayor demostrables por la aerolínea.

Tomen nota, dejen que su abogado descanse en agosto y, ¡disfruten de las vacaciones! Nos vemos en septiembre.
Lo más leído