"Es un mundo que se hace y deshace, una obra no conclusa"

Tomás Sánchez Santiago presenta este martes, con Antonio Gamoneda, la obra poética completa de Luis Miguel Rabanal de 1977 a 2014

Fulgencio Fernández
05/05/2015
 Actualizado a 17/09/2019
Rafa Saravia, MJ Romero y Alberto R. Torices, los cómplices en la edición del libro, con Luis Miguel Rabanal.
Rafa Saravia, MJ Romero y Alberto R. Torices, los cómplices en la edición del libro, con Luis Miguel Rabanal.
Luis Miguel Rabanal es ese clásico de la poesía leonesa que se nos asoma con frecuencia a través de la ventana de Internet y nos cuenta desde allí ‘sus cosas de Avilés’,  "la ciudad en la que está la habitación en la que vivo", como él mismo decía. Y desde esa ventana enseña los poemas —y las prosas—que va escribiendo y que después desembarcan en las páginas de alguno de los libros que va publicando, en todos los géneros, pero sin abandonar jamás su fidelidad a la poesía.

Poesía es también que las limitaciones físicas que sufre, esas manos que le faltan, la palien sus amigos, le presten sus manos y su voz. Unas manos amigas —las de Rafa Saravia, Alberto R. Torices y MJ Romero—reunieron todos los poemas escritos desde 1977 hasta hace unos meses y compusieron esa obra completa que bautizaron como ‘Este cuento se ha acabado’, al que Luis Miguel Rabanal llama "el gordito azul", porque es las dos cosas, gordo (casi 800 páginas) y azul.

En ese volumen colaboran con textos otras dos manos amigas, Antonio Gamoneda y Tomás Sánchez Santiago. Y ellos serán precisamente los que este martes presentan (a las 20 horas en la Sala Región del Instituto Leonés de Cultura) este volumen. No faltarán al acto Saravia y Torices, mientras LM Rabanal y MJRomero esperan noticias en Avilés.

Este poemario de Luis Miguel Rabanal es una obra que atraviesa y llena de palabras en libertad toda una vida Tomás Sánchez Santiago negará, una vez más, la mayor del título, ‘Este cuento se ha acabado’, al recordar un viejo adagio de Manuel Alcántara que se le apareció en su infancia y se quedó para siempre: "Nadie sabe la edad que tiene porque nadie sabe cuándo va a morir". De él deduce que "lo incompleto, lo que nos falta, ese es el territorio natural de la creación. Porque la plenitud no es la totalidad". Y más leyendo esta poesía  completa, una obra "que atraviesa y llena de palabras en libertad toda una vida; los cambios de registro, el bascular verbal entre unas referencias y otras (los muertos de oídas, aún vivos como fantasmas; imágenes de infancia; trazados muy personales de un mundo que se hace y deshace de continuo...), todo ello deja esta obra alzada que nos resistimos a creer que ya esté conclusa".

Acierta, seguro, en muchos correos  electrónicos vive hoy otro nuevo poema.

Poesía hirviente


Es Luis Miguel Rabanal un militante de la ironía y la provocación, desde el título de sus libros a las palabras con las que los recibe o anuncia. Cuando Saravia y Torices le acercaron ‘Este cuento se ha acabado’, el gordito azul, escribió:"Muchas gracias, amigos. El gordito, estupendamente bien. Lo tiene todo en su sitio, es precioso. Y tampoco son tantas páginas, solo 776".

Tomás Sánchez Santiago avala esa sensación de que el gordito está estupendo al escribir que "De ese territorio del quehacer, de lo que aún queda, ha ido manando la poesía hirviente y llena de imágenes musculosas del gran poeta que es, que sigue siendo, Luis Miguel Rabanal".

Y para quien le parecieran pocos alicientes, LM Rabanal anuncia en la invitación al acto:"Al final del acto el público asistente bailará, es muy posible, jotas, chanos y demás jovialidades".
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