"Es muy difícil ser libre, y yo lo soy"

Pedro Rodríguez ‘El Marqués’ da este miércoles un recital de flamenco y muestra sus obras de artesanía en la semana cultural de Olleros

Fulgencio Fernández
22/04/2015
 Actualizado a 16/09/2019
Pedro Rodríguez, ‘El Marqués’ del cante. Cantaor y artesano, gitano por parte de padre, andaluz, y leonés payo de madre, libre, con principios. | MAURICIO PEÑA
Pedro Rodríguez, ‘El Marqués’ del cante. Cantaor y artesano, gitano por parte de padre, andaluz, y leonés payo de madre, libre, con principios. | MAURICIO PEÑA
Es un tipo singular como pocos, libre como nadie, con principios, leonés de la Cepeda, hijo de gitano y leonesa, nómada por una genética que le inoculó el ‘virus de la errancia’, trabajador en 122 empresas diferentes, cantaor flamenco, artesano de la madera... Es Pedro Rodríguez Pozos, un paisano que no tiene teléfono porque "el que me quiera ver que haga el esfuerzo de venir a mi casa o el de escribirme una carta»; es ‘El Marqués’ en el mundo del flamenco, porque un día estaba cantando y alguien que lo escuchó gritó:«¡Ole, Marqués!".

Trabajé en 122 empresas porque yo tengo principios y cuando veía algo que no me gustaba pues pedía la cuenta Seductor. Tanto que estuvo el año pasado en la Semana Cultural de Olleros, hablando y cantando, y el organizador, Manuel Fresno, no ha tenido otro remedio que sucumbir a las peticiones de los vecinos de que vuelva. Lo hará este miércoles, a las 20 horas, y estará acompañado a la guitarra por ‘El Dolar’, de Puente Castro, su compañero habitual.

- Coincide el concierto con el fútbol...
- Me encanta. Soy un tipo que no consume ningún tipo de drogas culturales y sociales, ni el fútbol, ni el tabaco, ni las llamadas drogas, ni el alcohol... es muy difícil ser libre y yo lo soy, y todas esas cosas te roban la libertad.

- El año pasado me dijo que lo más difícil era tener principios.
- Es lo mismo, una es la otra. Para tener principios tienes que ser libre, si tienes ataduras ya no puedes hacer valer los principios, porque el cuerpo te puede pedir una cosa pero si hay que alimentar hijos o si eres esclavo de una droga. Te lo explico, yo trabajé en 122 empresas diferentes, en algunas apenas estaba unos días, ¿porqué?porque si veo una cosa que no me gusta, un capataz que no trata bien a un compañero, algo ilegal o malo, voy a la oficina y pido la cuenta, porque tengo principios, y puedo hacer valer los principios porque soy libre.

- No siempre te ibas por principios.
- Es cierto. Yo soy hijo de Manuel Rodríguez, El Arriero, que era andaluz y vino a León a trabajar en las obras de las carreteras con una reata de burros andaluces. El era nómada, tenía el virus de la errancia, y a mi también me afecta. De él también heredé lo del cante. "Pero cuando mi madre enfermó se acabó la errancia, regresé a casa y me pasé cuatro años al lado de su cama".

De mi padre heredé el cante y el virus de la errancia, pero al enfermar mi madre vine al lado de su cama, 4 años allí Pedro Rodríguez es un tipo muy curioso. Ya jubilado sigue haciendo yoga y culturismo, al amanecer, en un gimnasio artesanal que él se hizo gracias a su profesión de soldador... o en cualquier parte. "Un día estaba en La Candamia haciendo el Cristo en un árbol y todos miraban como si nunca hubieran visto nada igual".

Porque ‘El Marqués’ fue soldador y de los buenos, de los especialistas en grandes obras, centrales nucleares, plataformas petrolíferas, cabezas nucleares... "Nunca me faltaba trabajo, por eso estuve en 122 empresas, pero el día que supe que mi madre estaba enferma... porque lo primero son los principios y una madre...".

Y mientras la cuidaba se metió en el mundo de la artesanía. Lo mejor, ir a velo y escucharlo en Olleros, un casta.
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