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Es hora de sonreír

20/03/2015
 Actualizado a 18/09/2019
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Lo de la Deportiva en los últimos minutos lleva camino de convertirse en un trauma. Que tanto los jugadores como el entrenador tienen su parte de culpa es evidente. Ya sea por falta de concentración o de intensidad, demasiados puntos se han escapado en el descuento, pero no es motivo para echar a los leones a una plantilla que está a solo un punto del ‘playoff’ cuando había sido diseñada para luchar por la permanencia.

Porque la Ponferradina no es el único equipo al que los nervios le traicionan en el peor momento. Ligas, Copas e incluso 'Champions' se han decidido en el último suspiro, ¿o se nos ha olvidado que el único Mundial en la historia de España llegó tras un gol en la prórroga?

Por eso toca confiar, echarle un capote a Manolo, Kepa, Acorán y compañía para superar los complejos y dar el do de pecho ante el Valladolid. Los futbolistas ya han dado un paso hacia adelante. Alberto Aguilar ha sido el último en fijarse la sexta plaza como un «sueño», pero también como el objetivo para el último tercio de la temporada. Y también hay que darle valor a semejante declaración de intenciones, porque lo fácil para todos hubiera sido darse por satisfechos y desentenderse de una guerra a la que no estaban llamados a la espera de que el devenir de las jornadas certificara la salvación de forma matemática.

No ha sido así. Y es que al grupo se le puede acusar de todo menos de conformista. Un equipo tan joven tiene sus virtudes, pero también defectos, y derrotas como la del Mirandés o como la sufrida ante el Numancia en su día, les ayudan a crecer como futbolistas.

Contra el Valladolid nada de mirar el reloj. El Toralín ya ha visto demasiadas veces la misma película, pero toda pesadilla tiene un final y a la Deportiva, después de tanto drama, le toca sonreír.
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