Entretejiendo tradiciones en Lorenzana

El gimnasio municipal de Cuadros, ubicado en la localidad de Lorenzana, fue este sábado el escenario del IV Encuentro de Encajeras de Bolillos de Lorenzana, organizado por el Ayuntamiento de Cuadros y por el Grupo de Bolilleras de Lorenzana y el Centro Cultural. La cita volvió a ser todo un éxito contando con la asistencia de cerca de 150 bolilleras de la propia zona de Lorenzana, de diversos puntos de la provincia de León, Castilla y León y del resto del país. La jornada comenzó temprano, en torno a las 10:00 horas con la recepción de participantes.

El alcalde del municipio, Marcos Martínez, fue el encargado de inaugurar este cuarto encuentro señalando que es un evento que "año a año, como nuestra Feria de Artesanía, va incrementando la participación, y creo que es una señal de que las personas trabajan en ello, Trini y el grupo de bolilleras de Lorenzana, están haciendo una gran labor". El regidor insistió en que desde el Ayuntamiento de Cuadros "siempre hemos dicho que éste es un municipio que se preocupa mucho por la cultura y las tradiciones, y este encuentro de bolillos es una muestra más de que así es". Asimismo, recordó que el pasado 8 de septiembre y con motivo de la Feria de Artesanía de Lorenzana pidieron ayuda para ser un referente en las tradiciones y en la artesanía, "queremos crear con la ayuda de las instituciones un centro permanente donde la gente pudiera asistir a charlas, ver audiovisuales, pero también talleres y jornadas dedicadas a potenciar la artesanía y las tradiciones".

El gimnasio municipal fue el escenario de este encuentro, donde se entremezclaron bastidores, alfileres, piezas ya terminadas y algunas por terminar. Además, y pese al día lluvioso, se instalaron en el exterior puestos de mercerías especializadas, en las que las aficionadas pudieron encontrar todo lo necesario para desarrollar esta noble y elegante artesanía, o de dulces artesanos. Este cuarto encuentro, que se extendió hasta las 14:30 horas, incluyó la visita al Museo Etnográfico de Lorenzana.  El encaje de bolillos ha servido como pieza de trueque en algunas épocas, y cada familia tenía sus propios diseños, que se bordaban de generación en generación en los ajuares de las mujeres.