Entrenando contra el fuego

Un proyecto de la ULE investiga los efectos del método interválico intensivo en trabajadores de extinción de incendios forestales

Isabel Herrera
11/06/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Prueba de resistencia cargados con una mochila de 20 kilos como la que llevan en los incendios.| MAURICIO PEÑA
Prueba de resistencia cargados con una mochila de 20 kilos como la que llevan en los incendios.| MAURICIO PEÑA
El fuego es un enemigo duro de combatir. La batalla en los incendiosforestales se libra a altas temperaturas, en orografías muchas veces muy complicadas, con equipos muy pesados y la mayoría de las veces, sin horarios. «A un fuego sabes a qué hora sales, pero nunca cuándo vuelves». Lo dice Fabio García Heras Hernández, que año tras año, desde que era un chaval, invierte sus veranos en trabajar en la campaña estival de Prevención y Extinción de Incendios Forestales, un trabajo que realiza por vocación, «me apasiona», pero que, por su estacionalidad, le ha obligado a buscarse una salida profesional por otro lado, la de la educación física: es Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFD) por la Universidad de León y actualmente está realizando un máster en Entrenamiento y Rendimiento Deportivo en cuyo proyecto ha vinculado sus dos facetas, la de trabajador de incendios forestales y educador físico, dos caras de una misma moneda, a juicio de García Heras, que considera imprescindible, por seguridad, que a la hora de enfrentarse a las llamas el profesional tenga una preparación física adecuada que le ayude a ganar resistencia y prevenir lesiones.

Así, el objetivo de su investigación universitaria nace de la idea de la necesidad que existe de regular la preparación física dentro del trabajo de extinción de incendios forestales, «porque sí es cierto que las BrigadasdeRefuerzodeIncendiosForestales (Brif) –de competencia nacional–cuentan con la figura de un graduado en Ciencias del Deporte en cada base que es el que prepara las sesiones de entrenamiento, casi siempre enfocado a la prevención de lesiones, pero en los Equipos de Lucha contra Incendios Forestales (Elif) y en los retenes de tierra –autonómicos– no hay pauta alguna más allá de lo que se le ocurra al técnico de brigada, que suele ser un ingeniero forestal, y que suele tener el mismos conocimiento en educación física que el que puedo tener yo en ingeniería química, o sea, ninguno». El riesgo: que son casi siempre ejercicios muy lesivos que, más que aportar, restan.

Con este punto de partida, Fabio se propuso investigar los efectos de la aplicación del entrenamiento interválico intensivo (HIT) en una muestra de diez trabajadores de distintas Elif de la comunidad. «En esa idea de que haya un profesional en todas las Elif y que haya un ejercicio físico bien pautado y bien llevado a cabo evitando lesiones, se me ocurre la idea de aplicar el HIT en trabajadores forestales, y es perfecto, porque es un entrenamiento que, con media hora, produce muchas mejoras. A raíz de eso, me pongo en contacto con el equipo de investigación que tenemos en la Universidad que se dedica a los incendios forestales y propongo la idea de protocolizar un HIT al trabajo de incendios. Hicimos una búsqueda de qué tipo de ejercicios se hacían en otros lugares del mundo, qué tipo de ejercicios llevaban a cabo otros cuerpos de emergencias como policía o bomberos, y diseñamos un tipo de entrenamiento adecuado al trabajo en cuestión con una serie de ejercicios en los que hemos integrado el uso de herramientas de extición, como por ejemplo el batefuegos.»

El proyecto tiene tres fases, una preanalítica, en la que se realizaron pruebas físicas y de manejo de herramientas para conocer cuál era el punto de partida, la de entrenamiento propiamente dicha, en la que se realizaron dos sesiones semanales durante tres meses con intensidades que fueron en aumento e integrando las herramientas que se emplean en la extinción de incendios forestales en la zona noroeste del país, y la que concluyen ahora, la postanalítica, en la que se han realizado exactamente las mismas pruebas que en la fase pre a los diez sujetos del proyectos y en las mismas condiciones. Ahora habrá que analizar los resultados y sacar conclusiones sobre la eficiencia o no de este tipo de entrenamiento, un trabajo de fin de máster que, de dar resultados positivos, Fabio espera poder ver publicado en alguna publicación de impacto y que se tenga en cuenta por parte de la administración competente.

«Por lo que lucho es por que el trabajo de extinción de incendios forestales sea seguro, digno y profesional, y espero que en algún momento la Junta, el Gobierno o quién sea vea la importancia que puede tener en la salud de los trabajadores, en su rendimiento y la prevención de lesiones, que empiecen a meter este tipo de trabajadores en las Elif como ya lo tienen las Brif», defiende García Heras, que lleva muchos años involucrado en la lucha del sector por conseguir la categoría de bomberos forestales reconociendo que «el bombero es un súper hombre que tiene que superar unas pruebas físicas muy exigentes, entonces, si nosotros estamos exigiendo tal categoría tenemos que demostrar que estamos preparados para hacer este tipo de esfuerzo porque es verdad que cuando llevas muchos años trabajando en la extinción de incendios aprendes a capear el fuego, pero por seguridad y por profesionalidad, hay que estar en forma».

Fabio, que se encuentra ya en la recta final de este proyecto, se muestra muy agradecido a los diez sujetos de la muestra, al tutor del trabajo de fin de máster, a la ingeniera forestal y doctora en estrés térmico, a la especialista en fisiología, a su compeñero Guti y todos los que se han dejado la piel en sacar adelante este proyecto que tendrá que quedar concluido antes de que Fabio vuelva, un año más, a sumarse al operativo estiva de lucha contra incendios. Y lo hará en plena forma.
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