27/11/2016
 Actualizado a 12/09/2019
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Tengo un gran amigo que no comprende mi afición a leer teatro. Y yo, por mi parte, no comprendo qué tiene de extraño. No me parece que sea una rara afición teniendo en cuenta que de ninguna manera ello implica rechazo alguno a la representación teatral. Al contrario: tengo un recuerdo imborrable de la representación de obras dramáticas en teatros de esos que ya han desaparecido de nuestra ciudad, me temo que tal vez para siempre. Teatros con un gran vestíbulo, una imponente y elegante escalera, platea, anfiteatro, foso y ambigú. Si no fuera por esa afición a leer teatro, cultivada a lo largo de los años y fomentada pacientemente por mi madre, me habría perdido la emoción de la tragedia griega, la simpatía de la comedia latina, Shakespeare, todo el teatro del Siglo de Oro, el Tenorio y también el reflexivo teatro neoclásico. No imagino la literatura sin sainetes ni teatro del absurdo. Sin el esperpento de Valle Inclán ni la profundidad poética del teatro Federico García Lorca. Nada hubiera sido igual, tampoco, sin Buero Vallejo. Me lo recuerda precisamente en estos días una noticia magnífica: tres alumnas del IES Ordoño II han ganado un premio convocado por Leer.es con motivo del centenario del nacimiento de Antonio Buero Vallejo. De todas sus obras, yo recuerdo con especial cariño ‘Historia de una escalera’. Un drama en tres actos que abarca en unas breves páginas una historia de 30 años y me trae a la memoria el rostro serio y enjuto de su autor, su mirada penetrante y algo triste, su forma de hablar, sus elegantes gestos de caballero, la pipa que le acompañó durante mucho tiempo. Decía Torrente Ballester en un artículo publicado en un ya lejano 1962 en ‘Primer Acto’ que el teatro de Bueno no era ni fácil, ni amable ni evasivo, ni halagador, ni divertido: era significativamente ético. Cien años después del nacimiento de Buero y otros 30 de que le entregasen el Premio Cervantes, a mí me hubiera gustado ganar el premio que hoy tienen Sara Fernández, Beatriz Gonzalo y Carmen Díez. Que lo disfruten.
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