"Entonces pan, ahora historia"

La Fundación Cultura Minera abre las puertas de su proyecto 'Memoria minera' donde el carbón habla en clave de pasado

Mar Iglesias
16/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Una pequeña libreta olvidada recuerda los tiempos de bullicio en el pozo de Viloria, ahora museo de memoria. | M.I.
Una pequeña libreta olvidada recuerda los tiempos de bullicio en el pozo de Viloria, ahora museo de memoria. | M.I.
Colgados como si hubieran optado por la soga al descubrirse en un sinsentido laboral, los martillos de barrena de Antracitas Viloria se enseñan ahora en Torre del Bierzo como lo haría un mural artístico. Lo hacen amparando un lema que les antecede y que reza «entonces pan, ahora historia». La frase lapidaria habla de lo que ahora quieren ser, un recuerdo de la minería de carbón que, a lo largo de 120 años compartió Bierzo y pozos a partes iguales y apodó a Ponferrada como ciudad del dólar. Años que el empresario Manuel Lamelas Viloria quiere que no se olviden, de ahí su idea de recuperar el material minero y hacer de él un proyecto que, bajo la denominación «Memoria minera» quiere inmortalizar lo que dio de si el sector, del lado de sus gentes, su sudor, sus lágrimas y su pueblo.

Así, desde el corazón de la mina, se presenta un proyecto que Lamelas quiso presentar un proyecto en el que, desde la Fundación, lleva tiempo trabajando y que considera que aglutina a todo el Bierzo Alto «y recordar a los hombres, mujeres, su riqueza y frenar la destrucción del olvido». Considera que el legado de la minería debe quedar «y la respuesta social ha sido excepcional. Ese es el gran logro, no tanto un vagón más un vagón menos», reconoce. La historia «buena y partes no tan buenas», deben quedar para el futuro, espera «la minería lo pide y lo merece».

El proyecto en sí tiene tres partes, las oficinas de la empresa minera que Lamelas abre como museo, con cuadros de distintos artistas dedicados al tema minero, con colecciones de luminarias o las muestras de los distintos tipos de carbón que salían de las tripas de los pozos de Torre. Otra de las partes está en la cantera donde se pretende recuperar la bajada al pozo y donde descansa el material duro minero, los compresores, los vehículos que cada mañana llevaban a los mineros al tajo...todo en un recuerdo «que queremos que sea popular», explicaba Lamelas Viloria en su presentación. «No queremos cambiar nuestra cultura, cada zona minera tiene la suya y en el Bierzo Alto tenemos la nuestra. Son hermanas, pero son distintas».

De lo que más agradecido está Lamelas es de la unión que ha conseguido en el proyecto por parte de las principales firmas mineras, sobre todo de la que encabeza Victorino Alonso, Uminsa. Aunque Alonso se había comprometido a estar en la cita inaugural, finalmente no pudo ser, pero Lamelas agradeció su actitud cediendo material e implicándose al máximo. «Todos, desde los pequeños a los grandes cogen. Están y van a estar». Otrora competencia, las mineras ahora se dan la mano «los hombres somos tan débiles que nos unen más las penas que la alegría, tal vez nos hemos encontrado ahí», explica, en referencia a la crisis minera y al fin del sector que todos han vivido.

Lamelas abre una nueva puerta al futuro en Torre desde lo que conoce, la mina, y lo hace sin hablar de presupuestos. Solo apunta a que este es un escalón que deben saber mirar las administraciones y, a partir de ahí, crecerá más o menos dependiendo de esos ojos «aquí no se debe a nadie nada. Coste, de momento cero.

Todo dependerá de como nos quieran clasificar las administraciones dentro de la cadena museística». De eso dependerá que el proyecto tenga personal para mantenerlo abierto a diario o solo pueda ser visitable bajo otras fórmulas. «Hemos dado un paso y ahora queda a la expectativa de lo que las cuentas nos obliguen a hacer. Sabemos que hay muchos museos, pero nuestra historia es única y hay que cuidarla».

Como mantenedor del evento, Adolfo Alonso considera que esta apertura «conserva las cicatrices del Bierzo Alto» algo que ve en positivo «soy partidario de usar las cicatrices que tiene la naturaleza para que después, cuando pasen los siglos, también se den cuenta de que esto son otras Médulas». Aquí vivió el hombre y aquí se transformó, es lo que asegura que cuenta este proyecto, de los mineros del pozo a los empresarios y abogados que fueron sus hijos «esa transformación ha hecho que hoy vivamos en un mundo mejor y tenemos que conservar esa memoria para que los que vengan nos conozcan cuando ya hayamos pasado».

Considera que no es pronto para hacer historia «hay que hacerlo cuando las cosas están vivas», para que así sean los mineros que vivieron esa historia, la puedan revivir «porque lo sienten en el alma. La minería se siente desde dentro», precisamente lo mejor del proyecto es «esa parte espiritual. Aquí se sacó las entrañas de la tierra para vivir y eso contribuyó a que los que vivíamos en Madrid y éramos de aquí hiciéramos que oliera a Bierzo Alto Madrid en los inviernos y eso era emocionante».

El alcalde de Torre, Gabriel Folgado aplaude la intención de conservar la memoria «hasta hace cuatro días teníamos minería y no tenemos que olvidarnos de ella. Esto es una forma de que esa memoria siga viva» y siga adelante con el turismo.

El Camino Olvidado a Santiago y un posible Museo del Ferrocarril son otros dos tentáculos. El Museo del Ferrocarril está en tramitación con Adif, «para solicitar la cesión de la estaciónque está muy deteriorada y requería mucha inversión «pero espero que se convierta en un Museo de referencia del famoso accidente que se produjo en el túnel de Torre».«Queremos recuperar ese pasado y que sea un revulsivo turístico.Folgado espera que en 2020 sea una realidad que el Camino Olvidado tenga el reconocimiento que espera de la Junta y, al lado de este pasado minero, Torre se abra un nuevo futuro.

Viloria apuesta por un 20% de mantenimiento del sector, pero Carbunión habla de muerte


El empresario promotor de «Memoria minera», Manuel Lamelas Viloria considera que el carbón aún no es pasado del todo «al 80% habrá que decirle adiós, pero un 20%va a quedar vivo», augura esperanzado». «Y con esa llama encendida va a seguir creciendo porque el carbón sigue haciendo falta», dice. Ese porcentaje que espera que se mantenga dependerá, asegura «del que quiera y pueda, quien tenga la reserva más barata, mejor situada y que menos contamine».

Desde Carbunión, su presidente Pedro Iglesia reconoce la importancia de la idea de recuerdo de uno de sus miembros históricos «es una moneda de vuelta estar con ellos» y espera que este proyecto sea el primero de una saga en las zonas en que peor situación de encuentran por la crisis minera. Iglesia sí considera que, en base a los datos, las empresas españolas de carbón dejaron de producir el 1 de enero de 2019, tanto en Asturias, León y Aragón. Sólo Hunosa conserva una pequeña producción «pero ya hablan de kilowatios y no de toneladas de carbón». En ese escenario, considera que no hay camino de vuelta para el carbón «la coyuntura social y socioeconómica nos lleva a pensar en ello porque las térmicas no están entrando ni carbones de importación».

El delegado territorial de la Junta, Guillermo García también quiso estar en la presentación del proyecto por lo que la minería representa, dijo «es unir el pasado con el presente, con más de medio centenar de empresarios que hubo aquí». Él estuvo más de 12 años trabajando como técnico asesor jurídico en la Jefatura de Minas y siente el carbón como un compromiso «la Junta apoyará el proyecto porque merece la pena recordar nuestra historia». Reconoce que «la ecología vence» y eso ha sentenciado la minería «pero la importancia está en que no se pierda la familia minera que está aquí, celebrando la recuperación de esta memoria».

El subdelegado de Gobierno, Faustino Sánchez, alabó el proyecto «porque intenta aunar a todos», dijo «es importante huir de protagonismos estériles. Que cada uno aporte lo que pueda y quiera y eso hay que apoyarlo».

Sánchez sí considera que la minería ha concluido «es prácticamente inexistente. Sabemos las directivas europeas que vienen. Se pretende que se usen energías renovables, pero estas zonas tienen el carbón en su ADN y hay que intentar contribuir a crear actividad económica para su desarrollo. No se puede dejar abandonadas a las cuencas mineras porque tienen mucho potencial», dijo, con el compromiso de escuchar todas estas propuestas.
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