Endometriosis, una dolencia que afecta ya a 840 leonesas

El diagnóstico puede retrasarse años por la variabilidad de síntomas

María Espinosa
16/09/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Parte del díptico elaborado por el Servicio Nacional de Salud para la detección precoz y abordaje de la endometriosis. | L.N.C.
Parte del díptico elaborado por el Servicio Nacional de Salud para la detección precoz y abordaje de la endometriosis. | L.N.C.
En León se dieron el año pasado 840 casos de endometriosis, una enfermedad que afecta al 10% de las mujeres y que se trata del desarrollo de tejido benigno endometrial fuera del útero.

Esta enfermedad no es muy conocida y su diagnóstico es complejo debido a que sus síntomas pueden ser muy generalizados y no siempre ginecológicos. Dependiendo de la gravedad, las consecuencias pueden ser más o menos importantes, problemas de salud como la dismenorrea, es decir una menstruación especialmente dolorosa o complicada; dispareunia, dolor durante las relaciones sexuales; infertilidad o dolor pélvico crónico. El tratamiento para esta enfermedad también resulta complejo por la cantidad de factores que entran en juego, algunos de ellos como la edad, la voluntad de embarazo o la extensión de la enfermedad. Por todo ello, la dolencia ha de ser tratada de forma individualizada y adaptada a cada mujer.

Dentro de los factores de riesgo, el Servicio Nacional de Salud (SNS) los ha clasificado en cinco apartados. El primero hace referencia a los relacionados con la reproducción y la menstruación, puesto que son situaciones de desajuste hormonal, como el acortamiento del periodo intermenstrual, la menarquía precoz (primera aparición de la menstruación), el mayor volumen de menstruación o un reducido número de hijos. Por otra parte se encuentran los factores asociados al fenotipo de cada mujer, en este sentido se ha observado una relación entre sobrepeso y endometriosis. En cuanto a los factores relacionados con el estilo de vida, destaca que el tabaco y el consumo de alcohol aumentan las posibilidades de padecer la enfermedad, así como que un ejercicio moderado reduce la incidencia, aunque en este campo de investigación los resultados son variables. En cuanto a los factores medioambientales, no han podido ser comprobados en humanos. Y por último, el factor genético, que son, junto a los factores relacionados con la reproducción y menstruación los que mayores evidencias sólidas tienen. En este sentido, existe una elevada coincidencia de casos de endometriosis en hermanas gemelas univitelinas y se conoce la elevada existencia de una predisposición familiar. Sin embargo, aún no se han detectado genes concretos que provoquen esta dolencia.

La endometriosis se trata del desarrollo de tejido benigno del endometrio fuera del úteroTal y como se mencionaba antes, el diagnóstico puede ser complejo ya que las manifestaciones clínicas de la enfermedad pueden ser asintomáticas o sintomáticas. Además, existe solapamiento con otras dolencias como el síndrome de intestino irritable o la enfermedad pélvica inflamatoria. El elevado porcentaje de mujeres que son asintomáticas, puede retrasar el diagnóstico hasta en 10 años. La endometriosis profunda extragenital puede tener síntomas de otras especialidades, como las molestias urinarias o sangrados que hacen derivar al paciente a otras especializadades en las que no suelen pensar en el diagnóstico de la endometriosis, y a pesar, de que las pacientes describan dismonorrea muy severa y empeoramiento de los síntomas extraginecológicos durante la menstruación, suele retrasarse el diagnóstico debido a la falta de sospecha de endometriosis.

Por otro lado, las mujeres con endometriosis sintomática, el principal síntoma suele ser el dolor pélvico cíclico que adopta varios patrones: dismenorrea severa que suele ser progresiva, dispareunia intensa, dolor pélvico crónico, dolor limitado a la ovulación. Estos síntomas relacionados con la menstruación se asocian al sangrado anormal o síntomas intestinales. A pesar de que son síntomas poco específicos, si se da alguno de estos síntomas combinado con dismenorrea severa o bien la presencia de síntomas no ginecológicos, se debería sospechar de que se padezca endometriosis.

Actualmente esta dolencia se detecta de manera inicial en las consultas de Atención Primaria y la confirmación del diagnóstico en las consultas de ginecología a través de pruebas ecográficas. El abordaje global permite que se trate de manera más efectiva, y para ello, la formación de los profesionales ante estos casos es crucial. La Junta ha distribuido la guía de ‘Atención con las mujeres con endometriosis’ junto al díptico ‘Endometriosis, abordaje y seguimiento’, que han sido realizados por el Servicio Nacional de Salud (SNS). Y se han realizado, en los últimos tres años y medio, 32 formaciones sobre endometriosis para los trabajadores de Sacyl, en las que han participado 670 profesionales.
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