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Encuestas y sueños

02/01/2022
 Actualizado a 02/01/2022
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¿Y ahora qué?, pues otra vez al lío. Comienza el año movidito en Castilla y León con eso del adelanto electoral y, por lo que se intuye, habrá tropecientos aspirantes a presidir la Junta. Ahora bien, la partida, como algo repetido y ordinario, se acabará sustanciando sobre el tapete de siempre y con las mismas cartas de otros comicios anteriores, por mucha que sea la ilusión de aquellos que han promovido plataformas alternativas en diversos puntos de la geografía autonómica.

Pese a que la mejor encuesta es la que dictan las urnas en el momento de su apertura –que es a lo que se agarra Luis Tudanca, el señorito del PSOE birregional, cuando pintan bastos– lo cierto es que los sondeos publicados por firmas demoscópicas de acreditada solvencia otorgan al Partido Popular una amplia ventaja para retener el poder. Cosa distinta es que metiera mano en este asunto de los muestreos el poliédrico José Félix Tezanos, mangoneador oficial con mando en plaza del desacreditado CIS, a fin de enjabonar a su partido y, de soslayo, equivocar al personal votante. Ahí sí que Tudanca le haría ojitos a la consulta. Pero no es el caso.

A día de hoy los socialistas serios –los que no se andan con remilgos y mercadotecnias engañosas– intuyen un fracaso importante el 13 de febrero. No son ajenos a que tanto en Ferraz como en Moncloa se ha despilfarrado el crédito a manos llenas y a lo loco. Les ocurrió en Madrid, en el envite contra Ayuso, y todo indica que el zambombazo puede repetirse en el pulso con Mañueco. Cosas del sanchismo y sus efectos secundarios programáticos.

Con todo y con ello, quien se viene cavando su propia fosa de aquí al 13 de febrero es Francisco Igea. El elegido de urgencia por Ciudadanos para disputar el cajón de las medallas, se ha soltado la lengua –muy propio en él– y ha voceado que con sus votos jamás gobernará Mañueco. No quiere verlo ni en pintura. Como antes de la gaseada convocatoria electoral, por mucho bla, bla, bla que dispersara a la concurrencia en sus ruedas de prensa. Cosa distinta será el número de papeletas que coseche en la cita electoral, si es que la mies recogida tiene grano. Las encuestas tratan el asunto cual si de una plaga bíblica se tratara. Igual.

En resumen, que por sentirse zaherido en lo más profundo de su ser, estaría dispuesto a tirar por la calle de en medio y vengar la ‘afrenta’. Soñar es gratis. Y si acabaran gobernando las izquierdas, se la bufaría. Una postura desproporcionada y con muy poca visión política de cara a sus votantes. Que cada vez son menos. La prueba del algodón, que el partido está en clara descomposición y las deserciones en cadena hacia el PP son un hecho. En Castilla y León y en el resto de España.
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