En vísperas de después

Canta Sabina en una de sus estrofas más enigmáticas algo así como que ‘estas vísperas son las de después’. Hoy, en estas vísperas del Día del Libro, he recordado un reportaje que publiqué hace un tiempo sobre un paisano de Cea que reescribe una y otra vez, como gimnasia mental, las páginas de ‘El camino’ de Delibes. Y, con su entrañable ejemplo, también estas son vísperas en las que estoy pensando hasta qué punto todos leemos y escribimos igualmente las mismas historias.

¿Tres? ¿Siete? ¿Nueve? Aunque no se han puesto de acuerdo en cuántas, críticos de cine, expertos en literatura y demás resabidos de las creaciones de otros dan por sentado que existe un pequeño puñado de tramas que se repiten sistemáticamente en las obras de ficción. Vamos, que sin saberlo hemos visto una y otra vez las mismas pelis o series y hemos leído similares cuentos de críos o trilogías épicas que tan solo fueron escritas de distinta manera.

Diferentes claro, pero el libro ‘El gran Gatsby’ cuenta el mismo ascenso y caída que la película ‘Ciudadano Kane’ o que la serie ‘Boardwalk Empire’. Quizá en un primer vistazo no, pero en un tercer pase ‘James Bond’ no deja de ser una lucha por restablecer el bien idéntica a la de, por ejemplo, ‘La guerra de las galaxias’. ‘El señor de los anillos’ y ‘La Odisea’, ‘Hamlet’ y ‘El Rey León’, ‘El día de la marmota’ y ‘Cuento de Navidad’… ni qué decir de los ‘plagios’ en un sinfín de novelas románticas, películas de indios y vaqueros o estandarizadas series de comedia facilona.

Sin embargo, como no hay mayor ‘best seller’ ni superproducción más memorable que la vida real, ninguna otra trama se repite tanto como la de nuestra propia historia. Así, vemos que este gatillazo de la ‘Mesa por León’ ha calcado al que ya se produjo hace treinta años con el ‘Pacto por León’, que en España resurgen los mismos extremos políticos que llevaron a una guerra fratricida en 1936 y que los efectos de una pandemia son ‘clavaditos’ un siglo después. Por eso preocupan tanto las ansias expansionistas de Putin, porque son los mismos esquemas argumentales que los de Napoleón o Hitler. “La única lección que nos enseña la historia es que los seres humanos no aprendemos nada de las lecciones de la historia”, soltó un día alguien para que luego nadie lo pudiera decir mejor.

Los ‘déjà vu’ de nuestras desgracias jamás impiden que se repitan. Y eso es algo que nunca queda tan claro como ahora, cuando vienen mal dadas. Reescribimos nuestra historia hasta con sus tachones y, por eso, estas vísperas... volverán a ser las de después.