"En Villamuñío los Reyes Magos vienen cada diez años"

Villamuñío celebró el día de Reyes una tradición que se repite cada diez años y que no interrumpió ni la guerra civil, la representación de ‘La adoración de los Reyes Magos’, que pusieron en escena 21 vecinos que desafiaron al frío y la nieve y estuvieron arropados por numerosos espectadores. El resultado artístico acompañó

Fulgencio Fernández
08/01/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Melchor (Orencio Prieto), Gaspar (Miguel Prieto) y Baltasar (Laurentino Caballero) con sus pajes ante el palacio. | REPORTAJE GRÁFICO: NATALIA VELASCO BAÑOS
Melchor (Orencio Prieto), Gaspar (Miguel Prieto) y Baltasar (Laurentino Caballero) con sus pajes ante el palacio. | REPORTAJE GRÁFICO: NATALIA VELASCO BAÑOS
Hacemos unas risas durante dos meses en los ensayos y a la vez mantenemos una tradición del pueblo, que tiene a gala que no se haya interrumpido ni durante la guerra civil, ¿qué más podemos pedir?». Lo dice convencida y con palabras que justifican el éxito de la cita Ana Belén Velasco, quien representó el papel de la Virgen María enla representación de la que habla y que no es otra que la teatralización al aire libre, por las calles y callejas de Villamuñío, de ‘La adoración de los Reyes Magos’ un Auto de Reyes muy esperado pues solamente se celebra una vez cada diez años.

- ¿Porqué cada 10 años?- Porque así lo dicta esta vieja tradición y así lo hacemos.Excelente explicación.El día de Reyes, que es la fecha en la que se celebra, amaneció frío y nevaba hasta la mitad de la representación, pero noamilanó ni a los actores, que llevaban dos meses ensayando cada día, ni a los vecinos, que le tienen ‘mucha fe’ a esta tradicióny llenaron las calles convertidas en escenario. El presidente de la Junta Vecinal, Efrén Caballero, tenía muy claro que había sido un éxito rotundo. «Para la lluvia hay paraguas y para el frío abrigos; estuvimos todos allí y fue una gran representación, la mejor que he visto, con la ventaja de que la megafonía y los micrófonos que llevaban permitía oírlo perfectamente incluso a la gente mayor... Estoy muy contento». Y no lo disimulaba pues es un ferviente defensor de esta tradición, que ya organizó en otra edición anterior «pues llevo más años que la orilla del río». Es el fruto de muchos acudiendo a la cita de los ensayos. De muchas tardes en las que José Manuel deja las herramientas de su taller para ser el temido Rey Herodes, queDiego deja su trabajo en la construcción para convertirse en El contradicente y ensayar los jugosos y enfrentados diálogos que repiten en la obra; Ana Belén deja a los mayores a lo que cada día alegra la jornada en su trabajo de asistencia domiciliaria para ponerse la túnica de la Virgen María y preparar la buena nueva al lado del carpintero José, Ernesto Iglesias, que concurre en la obra con todo el instrumental... «Lo preparamos lo mejor que podemos, lo pasamos bien pero creo que mejoramos bastante con los ensayos», dice Ana Belén.Los encargados de ‘domar’ a este grupo variopinto, veintiuno y todos ellos «vecinos de Villamuñío», fueron en esta ocasión José Luis Prieto y Ernesto Iglesias, que tampocoocultaban su satisfacción con el resultado a pesar de que siempre empiezan la representación con unas palabras de ‘disculpa’: «Respetable público, tengan la bondad de prestar atención y guardar silencio, pues, vamos a dar principio a la escena de la adoración de los Santos Reyes. Hagan el favor, también, de disculpar las faltas que puedan observar en el transcurso de la representación, puesto que son completamente ajenas a nuestra voluntad».

El cartel anunciador del Auto anuncia que la representación corre a cargo de «la juventud del pueblo» y así es, ellos corren con el peso de la organización pero en la representación participan gentes de todas las edades, desde los niños que hacen los papeles de Jerusalenitas, Elián y Álvaro, que tienen 8 y 9 años respectivamente, a Honorio Olmo ‘Yoyo’ (el anciano Simón) que ya supera los setenta. Sin contar a El Niño Jesús, que no aparece en todas las escenas por razones obvias y es sustituido por un muñeco pero en otras sí aparece, por ejemplo en manos del temido Herodes, y que es Alejandro Cuervo. «La gente en general sí quiere participar, es una tradición muy arraigada en el pueblo y eso ayuda... y que son dos meses de muy buena convivencia», dice convencida Ana Belén Velasco.

Los textos del ‘Auto de Reyes’ de Villamuñío son siempre los mismos, y que están extraídos del Evangelio de San Mateo (2, 1-12), en el pasaje que cuenta veladamente la peripecia «de unos personajes poderosos y lejanos que, guiados por una estrella, acudieron al nacimiento de Cristo».

Y dentro de 10 años vuelven.
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