¿En qué queda el toque de queda?

Mientras se responsabiliza de forma más o menos directa a la población y se le culpa de la intensidad de la tercera ola, por haberlo pasado mejor de lo que deberíamos en Navidad, las nuevas medidas de restricción llegan en forma de contradicciones

La confusión juega con el ánimo del ciudadano y con el balance económico de empresas ya maltrechas
16/01/2021
 Actualizado a 16/01/2021
La gente está tan desorientada que pregunta incluso a los periodistas cuando los encuentra por la calle: ¿En qué queda el toque de queda? Lo cierto es que para saber en qué queda la nueva norma restrictiva aprobada ayer por la Junta de Castilla y León no vale con ser periodista, ni jurista, ni siquiera epidemiólogo. La confusión ya era mucha antes de que se aprobara el adelanto del toque de queda a las 20 horas, pero, desde que el Gobierno salió al paso para decir que no se puede hacer, resulta todo un galimatías normativo lo que se puede y lo que no se puede hacer. El Boletín Oficial de Estado, que debería ser sagrado, ha perdido también credibilidad a lo largo del último año, y desde luego no sirve para aclarar el conflicto desatado entre Ministerio de Sanidad y Junta de Castilla y León. Se piden esfuerzos a la población, sacrificios, se le culpa más o menos indirectamente («lo hemos pasado mejor de lo que deberíamos», dijo Fernando Simón para colmar todos los vasos de la paciencia) de la actual situación y, cambio cuando llega la hora de aplicar medidas, desde un lado dicen una cosa y desde el otro no dicen otra: dicen la contraria. El resultado es un peligroso ‘sálvase quien pueda’ que juega con el ánimo, con el balance económico de las empresas, ya maltrecho en la mayoría de los casos, y del que solo hay un único y peligroso beneficiario que se llama coronavirus.
Lo más leído