"¿En qué fase dices que estamos aquí?"

Sahagún recupera la normalidad "al mínimo" y el sábado celebrará su tradicional mercado

David Rubio
20/05/2020
 Actualizado a 20/05/2020
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La desescalada asimétricagenera fronteras inesperadas en cualquier rincón de la provincia. Al hacer los a penas cuatro kilómetros que separan Castrillo del Porma de Villimer, aunque uno pudiera ser consciente de que está cambiando del Ayuntamiento de Vegas del Condado al de Villasabariego, no hay señales que indiquen que uno está viajando de la zona básica de salud de José Aguado II a la de Mansilla de las Mulas. Es decir: esta semana, de la fase 0 a la fase 1. El paso por el estado 0,5 no manifiesta síntomas, más allá de la hierba comiéndose las cunetas, así que al llegar y preguntar si han notado el cambio responden con otra pregunta: «¿En qué fase dices que estamos aquí?».

Más claro lo tienen en Sahagún, que desde el lunes está en fase 1 y que desde entonces trata de recuperar la normalidad. «Las tiendas han estado más o menos abriendo, las que han podido, pero los bares, hasta ayer, nada», dice el propietario del Bar Luna, que atiende a los clientes en la terraza protegido por una mascarilla. Un policía local dirige el tráfico con un metro en la mano, porque en cuando tiene un momento libre organiza cómo será la distribución de puestos en el tradicional mercado que el próximo sábado se recuperará bajo mínimos: de 92 puestos tan sólo se podrán instalar poco más de 20, los que se dedican a alimentación.

La alcaldesa, Paula Conde (PP), lleva en el cargo menos de un año pero ya le ha tocado pasar prácticamente de todo, desde las riadas del pasado mes de diciembre hasta esta situación generada por el coronavirus. «La respuesta de la ciudadanía ha sido ejemplar. Al principio nadie sabía cómo actuar, pero después todo el mundo ha estado a la altura y ha cobrado todo el sentido ese eslogan que hemos creado de ‘Sahagún solidario’». Se han organizado grupo de voluntarios para hacer la compra a los mayores, se han coordinado mujeres de todos los pueblos cercanos para hacer mascarillas (eso explica que en Sahagún todo el mundo, prácticamente sin excepción, la lleve puesta) y se ha creado una campaña para apoyar el comercio local. «Hay que apostar por lo nuestro», dice Paula Conde, que ya prepara todo lo necesario ante la previsible llegada de muchos leoneses que salgan de la capital la próxima semana.

De lo que es el comercio local sabe bien José Pérez, que regenta la Joyería Sixto, en la misma Plaza Mayor. Se ha tenido que reinventar varias veces y ahora le toca hacerlo de nuevo. Desde Sahagún, vendía por internet trofeos a toda España, pero el Covid-19 también ha arrasado con la demanda: no fiestas de pueblos, no hay competiciones deportivas, no hay galas de final de temporada o de curso... «Hemos empezado a hacer paneles de seguridad, que van a ser necesarios en cantidad de establecimientos, pero ahora el problema está en encontrar metacrilato, que no lo hay en todo el mundo», dice José, al tiempo que repara un reloj de un cliente que acaba de entrar por la puerta.

Pero, más allá del comercio, son muchos los retos al que se enfrenta Sahagún: «Soy la primera alcaldesa y la primera que va a tener que suspender las fiestas», dice con resignación Paula Conde, que se muestra especialmente preocupada por lo que pueda pasar con el turismo: «Para nosotros es algo fundamental y no sé qué va a pasar con el Camino de Santiago, no sé cuándo vamos a poder abrir el albergue, no sé cuándo empezarán a venir peregrinos», afirma desesperada, mientras añade que poco a poco está iniciando los protocolos para poder abrir las piscinas cuando se llegue a la deseada fase 2.

Acoger al peregrino ha sido una de las señas de identidad de esta tierra y, también, la solidaridad, que durante los dos meses de confinamiento pivotó en torno a Flores Saba, donde la inquieta María del Carmen Serrano ha movilizado nada más y nada menos que 82 personas de los pueblos cercanos. «La respuesta ha sido muy emocionante. Todo el mundo estaba volcado con lo que hiciera falta y, al final, entre todas hemos hecho 34.700 mascarillas, y 1.500 más para los agentes de Tráfico, que nos han ayudado mucho», comenta ella rodeada por algunas de las mujeres que han colaborado en la iniciativa: «Empezamos haciéndolas de tela, pero luego el Ayuntamiento nos facilitó el material técnico y las hemos ido mejorando», comentan algunas de las voluntarias, que confiesan que antes de esto no sabían manejar muy bien la máquina de coser «pero en YouTube hay unos tutoriales estupendos». Ahora, esperan con nerviosismo el momento de ir a la televisión, pues se ha interesado por su iniciativa Cuatro al día «¡y vamos a ver a Joaquín Prat!».
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