En León hay racismo

Vivimos en un mundo racista en el que los estereotipos y prejuicios hacia las minorías están presentes en el día a día, provocándoles serios rechazos y obstáculos, alejándonos de una plena igualdad. Como hemos podido comprobar con Vinicius, aunque tengas un nivel socio económico alto, si perteneces a un grupo vulnerable, no estás exento de sufrir humillaciones; porque parece que lo que más pesa es tu origen étnico o racial.

Hace unas semanas asistí a un hombre en la oficina a quien habían despedido, simple y llanamente, por ser gitano. Indagando sobre lo sucedido me refería que cuando su jefa se enteró de su pertenencia étnica, ella le recriminó que le tenía que haber dicho antes que era gitano porque quería saber a quién tiene contratado en su empresa. Tras enterarse de su pertenencia a la comunidad gitana, la propietaria cambió radicalmente el trato hacia él, llegándole a decir «deberías haber estudiado más en vez de tomar litronas y tocar la guitarra con sus primos», así como culpabilizarle del aumento de clientes gitanos desde que él trabajaba allí, hecho, que según ella, no beneficiaba a su negocio.

A primera vista, y sin ningún tipo de duda, vi que era un claro caso de antigitanismo y que debía actuar. Tuve la suerte de que la víctima estaba muy concienciada y quería ir a por todas, algo que no es habitual porque una de las primeras ideas que tienen es: «que no va a servir para nada». La pasada semana se celebró el juicio, y para nuestra sorpresa, la sentencia ha reconocido la nulidad del despido por motivos antigitanos con la consecuente indemnización de 7501 € a la víctima.

Digo para nuestra sorpresa porque los casos de discriminación no son nada fáciles de defender, son temas tan subjetivos, contrarios a mucha opinión pública y con gran dificultad probatoria, que cuesta que salgan adelante.

Centenares de medios de comunicación, tanto locales como estatales, se han hecho eco de esta noticia, algo de lo que estoy muy contenta porque conseguimos visibilizar un problema que existe en nuestra sociedad. Ojalá sirva para crear conciencia social y que todas las personas que se encuentren en una situación similar se empoderen y dejen de normalizar estas graves vulneraciones de derechos.