"En La Cueta tenemos las palas engrasadas"

Normalidad entre los ocho vecinos del que está considerado como el pueblo más alto de la provincia pese a que la última nevada les mantuvo aislados durante más de dos días

David Rubio
13/01/2021
 Actualizado a 13/01/2021
Abrir la carretera de acceso a La Cueta llevó más de dos días a los operarios de la Diputación. | EMILIO MARTÍNEZ
Abrir la carretera de acceso a La Cueta llevó más de dos días a los operarios de la Diputación. | EMILIO MARTÍNEZ
"Aquí tenemos las palas engrasadas, no nos pasa como a los de Madrid, que ni las tienen ni las saben usar", dice Emilio Martínez, pedáneo de La Cueta, la localidad más alta de la provincia de León (1.460 metros). Más de dos días han estado sin poder salir del pueblo después de la última nevada, que dejó la carretera tan cubierta que los operarios de la Diputación no fueron capaces de abrirse paso con la cuña. "Tuvieron que venir con la fresa, y el problema es que la nieve que mueve al caer pierde el oxígeno y por eso se congela antes. Menuda paliza se han dado, ellos y los operarios del ayuntamiento. Tenemos que estarles muy agradecidos".

Como suele pasar cuando las nevadas son tan copiosas, el problema son los aludes (las aludes, dicen en Babia, comarca en la que se encuentra este pueblo perteneciente al ayuntamiento de Cabrillanes). "Estábamos todos bien, teníamos de todo, así que el domingo ni lo intentamos. ¿Para qué poner el riesgo la vida de la gente sin necesidad? Hay que saber cuándo puede uno enfrentarse a la nieve y cuándo no, cuándo conviene espalar y cuando es preferible caminar por encima", afirma Emilio, que ya algún otro invierno ha tenido que salir en raquetas para buscar medicinas para alguno de sus hijos.

Ocho personas viven en La Cueta en esta época, entre ellos los dos herederos del pedáneo. Al mayor, Moisés (15 años) lo tuvo que bajar el martes a las 7:30 de la mañana (-12º) hasta Vega de Viejos, por donde pasa el transporte escolar que le lleva al instituto de Villablino. Al menor, Mateo (8 años) la misma operación a las 9 para que pudiera llegar al colegio de Huergas. "Aquí el todo terreno no es un artículo de lujo sino de necesidad, aunque por lo que he visto en Madrid los que tienen todo terreno también se quedaron atollados en la M-40, así que de poco les sirvió", comenta entre risas Emilio Martínez, abrumado como todos por las noticias que llegan de la capital de España: "Para ellos esto es unanovedad, como para nosotros sería tener aquí una ola de calor. Estamos más acostumbrados y no nos aceleramos en llamar a la UME ni cosas así. Pero al final ves que, cuando nieva, todos tenemos los mismos problemas, incluso en una ciudad con millones de habitantes".

Aquí el abastecimiento está garantizado: tenemos 5 arcones llenos y el pan lo mandan por la quitanieves El abastecimiento de alimentos básicos, que tantas preocupaciones ha despertado en algunos supermercados de Madrid, está garantizado en La Cueta, "porque tenemos cinco arcones llenos hasta los topes de la última matanza y el panadero, si no puede subir, nos manda el pan por la quitanieves".

Los únicos problemas que han tenido estos días los ocho habitantes de La Cueta son con la cobertura telefónica, y eso tampoco se puede decir que sea culpa de la nieve porque les pasa a menudo. "Estará hundido en la nieve el cable que lleva la electricidad al repetidor, y acaba cogiendo humedad, por eso la cobertura va y viene. Pero, por lo demás, por nosotros pueden estar tranquilos, que habrá gente que de verdad necesite ayuda", concluye el pedáneo.
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