"En este país nos falta colocarnos en el lugar del otro"

Berta Pichel regresa cinco años después a la sala Región del ILC para presentar este jueves su segunda novela, ‘El tiempo nos deshizo’, que ha sido publicada por el sello leonés Eolas Ediciones

Joaquín Revuelta
01/02/2023
 Actualizado a 01/02/2023
La autora berciana afincada en Cataluña firma un ejemplar de ‘El tiempo nos deshizo’ en la sala Ramón Llull de la Biblioteca Municipal de El Campello. | AYUNTAMIENTO DE EL CAMPELLO
La autora berciana afincada en Cataluña firma un ejemplar de ‘El tiempo nos deshizo’ en la sala Ramón Llull de la Biblioteca Municipal de El Campello. | AYUNTAMIENTO DE EL CAMPELLO
Han transcurrido casi cinco años desde que la poeta y escritora berciana Berta Pichel presentara su primera novela, ‘Cicatrices de charol’ (Random House Ediciones B), en la sala Región del Instituto Leonés de Cultura, escenario al que regresa este jueves en su segunda incursión en la narrativa con ‘El tiempo nos deshizo’ (Eolas Ediciones), existiendo entre medias el ‘Poemario del deambular’ (Eolas) que vio la luz en 2021. Pichel estará acompañada en esta ocasión por la escritora, pianista y columnista de LNC, Marta Muñiz Rueda, en un acto que está programado a las 19:30 horas.  

Si ‘Cicatrices de charol’ era un homenaje a su tierra natal y a sus ancestros a través de una historia de amor y superación que transcurre en los albores de la Guerra Civil, ‘El tiempo nos deshizo’ lo es a su tierra adoptiva, Cataluña, en un ciclo histórico posterior que va desde la dictadura a la crisis del sistema democrático actual. Dos novelas pues que se complementan en cierto modo.

El hecho de que exista un poemario en medio de dos novelas me lleva a la pregunta de si como escritora le gusta cambiar de registro. «En realidad podemos decir que desde muy jovencita tengo un alma poética. Lo que ocurre es que también me gusta la narrativa. He sido profesora de Historia y Literatura durante muchísimos años y a partir de mi jubilación parcial me matriculé en la Escuela de escritura del Ateneo de Barcelona, donde me decanté por la narrativa, porque me parecía que dominaba menos la técnica narrativa que la poética. Estuve allí estudiando cinco años y fruto de aquello fue mi primera novela ‘Cicatrices de charol’», reconoce la autora, que también asistió a clases de poesía con una gran maestra argentina, aunque confiesa que en su caso la poesía le viene de lejos, como también su amor por la literatura, sin que existan antecedentes familiares que hayan propiciado esa querencia por los libros. «No sé si algunos de mis ancestros han podido tener algún tipo de vínculo con la literatura, aunque en realidad procedo de una familia de trabajadores del campo en El Bierzo, exactamente de La Portela de Valcarce. Desde muy niña me aficioné a la poesía y recuerdo que cuando pasaba la Virgen de la Encina por los pueblos le recitábamos poemas. Luego tuve la suerte de tener una maestra, educada en la época de la República y que después sería depurada, que contribuyó a que la poesía estuviera muy presente en aquellos primeros años de mi formación. El germen está ahí», asevera la poeta y escritora, que encontró en la lectura la manera de seguir avivando esa afición. «Desde muy jovencita me ha gustado leer, y aunque en mi casa no había biblioteca, porque mi familia –como ya te dije– era de campesinos y para que yo pudiera estudiar, primero en Oviedo y luego en Barcelona, tuvo que hacer muchos sacrificios, sí que sacaba libros de la biblioteca de Ponferrada y compraba libros a 25 pesetas de una colección que publicó por aquellos años RTVE. De los 12 a los 16 años estuve en un internado en Sant Cugat del Vallés que disponía de una gran biblioteca.  Pero incluso antes de ir al internado, fui una enamorada de los libros de Enid Blyton sobre ‘Los cinco’. Con esto quiero decir que se dieron una serie de coordenadas que me llevaron a la lectura y posteriormente a la escritura, porque para ser un escritor tienes que leer muchísimo», sostiene. Un corazón divididoBerta Pichel asegura que su corazón está dividido entre su Bierzo natal y Cataluña, donde ha desarrollado la mayor parte de su actividad profesional. «El hecho de irme a un internado a los doce años y tener amigos catalanes de la preadolescencia, luego volver a El Bierzo y cursar estudios universitarios en Oviedo, me mantuvo siempre entre estos dos mundos. En la primera novela se trataba de bucear en la intrahistoria de mi abuela y de mi madre, aunque no es una novela que tenga que ver con ellas en lo que se refiere a la ficción, pero sí en bucear en aquellas mujeres que vivieron la esperanza de una libertad y luego la dictadura. En cambio ‘El tiempo nos deshizo’ sí que es una novela más de autoficción, que tiene que ver con las mujeres de mi generación que nacimos en una dictadura, vivimos el mismo periodo –como si la historia resonase– de ansia de libertad, de lucha que en la universidad vivimos muy de cerca, y que luego con la democracia hemos sufrido una cierta decepción. Me ha parecido que es un poco –aquello que decimos los historiadores– que la historia no se repite pero resuena, y por eso también pensé que nuestros nietos y nuestros hijos pueden conocer la historia a través de la intrahistoria de la gente que vivimos aquello. Esta novela empieza en El Bierzo, que está relacionado con la infancia de la protagonista, que se llama Pepa porque me pareció que era un nombre como muy del pueblo, y continúa en Cataluña, porque en aquel momento Cataluña, como sabes, era muy abanderada del movimiento prolibertad, etc, y yo aquello lo viví», asegura la autora, que hace mención al ajusticiamiento de Salvador Puig Antich, que fue la última sentencia de muerte por el método del garrote vil. «Mi condición de profesora durante muchos años hace que en el fondo exista un cierto interés didáctico de conocer la Historia, que me parece fundamental, porque si no conoces la mochila que llevas pues muy difícilmente puedes situarte en el tiempo», argumenta Berta Pichel.    No puedo por menos que preguntar a una leonesa que conoce tan bien la realidad catalana por esa ‘catalanofobia’ que se ha instalado en una buena parte del resto del territorio nacional. «Yo vivo en Cataluña y tengo dos hijos que son catalanes, tengo dos nietos que también nacieron allí. Cuando no vives una realidad es muy fácil, con el tiempo, juzgarlo, con el tiempo y cuando no estás en ese espacio geográfico. Yo creo que lo que está ocurriendo con el tema de Cataluña, lo que ocurrió y que de hecho está derivando hacia otras autonomías, este yo soy yo, como los osos que marcan su territorio, tiene que ver con nuestra historia y como fue la formación del Estado español, difícil de unificar en una especie de tendencia centrípeta en torno a Castilla, que triunfó en épocas, y centrífuga de los territorios sobre todo periféricos, y que en el caso de Cataluña, como en todos los nacionalismos, hunde sus raíces en la Edad Media. Yo creo que estamos en una fase, en nuestro país y pienso que también en Europa -espero que no desaparezca la Unión Europea–, de tendencia centrífuga, de auge de los nacionalismos, de vuelta también a los extremismos. La debilidad del sistema democrático hace que surjan estos movimientos. Pero desde allí yo lo que te puedo decir es que uno cuando está en un territorio comprende. Hay un elemento ahí como muy de sentimientos. Y los sentimientos a veces son maravillosos, porque hay que amar el territorio y conservarlo, pero también tiene sus problemas. Para mí resulta fácil entender el problema. Tengo amigos independentistas, tengo amigos españolistas, y los trato a los dos con respeto. A mí me parece que en este país nos falta colocarnos en el lugar del otro y hacer grandes  esfuerzos de entendimiento para no hablar a la ligera», sostiene Pichel.

Volviendo al asunto literario que nos concierne, pregunto a Berta Pichel en qué momento creativo se encuentra, si es tiempo de retomar la vena poética o si procede cerrar el círculo con una tercera novela que analice el momento actual. «Esta novela está muy conectada con ‘Cicatrices de charol’ porque tras su publicación los lectores me pedían una segunda parte y me parecía que tenía que dar una respuesta a estos lectores que la habían recibido con tanto cariño. De hecho dos de los protagonistas de ‘Cicatrices’ vuelven a aparecer en ‘El tiempo nos deshizo’. Yo no sé si habrá una interrelación de algún personaje con una tercera novela. No lo sé. He empezado una pero sabes qué pasa, que terminas metiéndola en el cajón porque en aquel momento no lo tienes claro. Entonces estoy en ese impás.  Siempre escribo poesía. Al estilo de Machado, soy un poco caminante. Tengo muchos poemas escritos, pero no sé si los terminaré publicando, aunque la poesía va conmigo a todas partes».
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