Este año el Club de montaña Yordas ha programado una actividad de una semana en Andorra donde se han desplazado más de sesenta montañeros que han realizado muchas salidas y ascensiones a diferentes valles, lagos y cumbres del país. Una de las más interesantes ha sido la subida al pico Comapedrosa, el más alto de Andorra, cuya ruta se va a explicar a continuación. Es importante citar a Jose Manuel Cabero, quien ha elaborado la mayor parte de estas rutas y de donde se ha sacado información para realizarla, así como todas las personas que de un modo u otro participaron en la ascensión donde hicieron cumbre casi cincuenta leoneses.
La ruta sigue el GR11 y al final va por la cresta siguiendo un PR, para descender de nuevo al GR 11. El consejo de los expertos es hacer la ascensión por la cresta y el descenso por la Collada de la Portella de Baiau y el Lago Negre. Pero cualquier variable vale con tal de conseguir alcanzar la cumbre, aunque pueda resultar un poco más difícil. Conviene no arriesgarse en época invernal porque se camina por una zona en la que se dan numerosos aludes.
Desarrollo de la ruta
La ruta comienza pasada la localidad de Arinsal, en el aparcamiento que existe antes de iniciar la ascensión hacia las pistas de esquí, en lugar de girar hacia la izquierda, se sigue recto cruzando un túnel y tras ello buscar entre las urbanizaciones del lado derecho un lugar para aparcar. Desde este lugar, a 1.575 metros de altitud, se inicia la ruta por una pista señalizada con las marcas blancas y rojas del GR11. La pista sube con buena pendiente y mínimos tramos llanos. Aproximadamente quince minutos después de iniciar se llega a un paso canadiense, a 1.735 metros de altitud y, aunque la pista gira a la derecha, el camino que se debe tomar sigue recto para poco después transformarse en una senda que a veces asciende y otras veces desciende hacia los dos ríos que bajan de la montaña y que se cruzan por puentes de madera bien preparados. A partir de este lugar el sendero comienza una fuerte subida paralela al segundo arroyo que se va dejando siempre a la derecha.
El camino hace algunos zig zags para superar el fuerte desnivel existente y va entre un bosque de pinos y abetos con algún que otro abedul. La subida es muy larga y siempre en fuerte pendiente por sendero lleno de piedras, y con zonas herbosas. Debido a ese fuerte desnivel, el arroyo desciende formando numerosas cascadas y en la parte más elevada el bosque se mezcla con matas de rododendros que en julio están totalmente floridos. La ruta continúa y cuando se encuentra un pequeño tramo llano cruza el torrente que baja del Estany de las Truitas, un lago al lado del refugio.Una última ascensión, también bastante empinada y se llega a la collada de Comapedrosa a 2.230 metros de altitud. En este punto se podría subir hacia el refugio o bien seguir al pico. Para esta segunda opción se debe bajar cruzando el Pla de la Bassa de les Granotes, una enorme pradera con una majada y un chozo a la derecha, que se confunden con el entorno. El sendero sigue en dirección oeste cruzando esta larga planicie para volver a ascender recuperando el desnivel perdido. La senda se hace de nuevo cuesta arriba, zigzagueante y pedregosa, al lado del torrente que baja de los lagos de altura y al coronar la primera y larga cuesta gira a la derecha por un buen sendero de tierra que zigzaguea a lo largo de la ladera y más tarde va remontando distintos altos para llegar al fin a una laguna a 2.580 metros, de las Basses del Estany Negre, que se supera por la derecha y suele tener nieve hasta bastante avanzado el verano. No hay problemas en superar este tramo debido a que ha pasado mucha gente y existe una huella bastante marcada. En caso de nieve dura hay que tener cuidado o calzarse los crampones, sin embargo la inclinación no es demasiada y se puede pasar perfectamente. Superada esta laguna, a la derecha se ve bien señalizada la salida del camino de pequeño recorrido hacia la cumbre: la cresta sudoeste o de les Terregalls de l´Alt, por donde van las manchas amarillas, que, según los entendidos, es la opción más interesante para la subida. Tras una primera parte entre rocas por sendero bastante visible se alcanza la cresta y después un alto, que pareciera ser la cumbre. Durante cuatro ocasiones se encontrará el senderista con una situación similar, pues son cuatro los bultos que sobresalen y se deben superar. La cresta tiene la espectacularidad que da la visión de los paisajes de ambas vertientes, a la izquierda el Estany Negre y sus cumbres aledañas, por la derecha el valle de Arinsal y la ruta que se ha seguido hasta el momento incluído el refugio y el Estany des Truites. 
A veces es necesario buscar los círculos amarillos del sendero de pequeño recorrido y en varias ocasiones es preciso usar las manos para superar los resaltes rocosos de la ascensión, pero no hay problemas técnicos insalvables. Tras el último de los montículos (por así llamarlos) se llega a una última collada terrosa con un redil de piedras y solo queda remontar el último tramo para alcanzar la cumbre donde han colocado una base con imágenes de las montañas circundantes, una escultura de piedras atenazadas por cinchas de hierro y la bandera andorrana. La vista es espectacular a los cuatro puntos cardinales divisándose la mayor parte de las cumbres pirenaicas.Para bajar conviene no utilizar el pedrero que sale de la última collada, pues se encuentra bastante degradado y en intento de recuperación, por lo que los expertos recomiendan bajar hacia el noroeste por el camino bastante evidente que lleva bajo la Portella de Baiau, donde se enlaza con el GR 11 y desde allí siguiendo esta ruta se baja al Estany Negre, que habrá que cruzar con cuidado debido a la nieve y después a la laguna donde se enlazó con la ruta de la cresta. Desde allí se vuelve por el mismo camino y si se desea se sube al refugio tomando un desvío en las llanas praderas de la ascensión. Es interesante ver el refugio y el estany des Truites, para luego bajar al collado Comapedrosa y por el mismo camino volver al parquing de Arinsal donde finaliza la ruta.