En el Quevedo están hartos: "¡Se nos cae el cole encima!"

La comunidad educativa del Colegio Quevedo de la capital leonesa se concentró este viernes en el patio al comienzo de la jornada lectiva para protestar por los continuos desperfectos en las instalaciones. Después de "ocho semanas" sin solución a sus demandas, las familias responsabilizaron principalmente al Ayuntamiento de León de unos contratiempos que han llevado a reorganizar aulas, cerrar salas específicas y perder sesiones de extraescolares.

En la concurrida protesta que evidenció que en el Quevedo están hartos de esta situación se pudieron leer mensajes como "¡Se nos cae el cole encima!" o "Clara...mente el alcalde miente". Además, la mayor parte de los niños y niñas que participaron en la concentración llevaron puesto un casco para visibilizar su descontento con la falta de seguridad en las instalaciones del centro educativo leonés.

Ante las críticas, el alcalde del Ayuntamiento de León, José Antonio Diez, quiso echar balones y reiteró que la responsabilidad para a ser de la Junta cuando se supera la "vida útil" de las infraestructuras. "Creo que no es difícil de explicar, y lo he hecho en repetidas ocasiones a las Ampas y centros educativos, que un edificio tiene una vida útil, como una caldera, una cubierta o unos cerramientos... Si se supera no es cuestión de mantenimiento, son inversiones de reposición y esas inversiones corresponden a la Junta de Castilla y León, que en León no ha invertido nada y sí en otras provincias", valoró el regidor este viernes.

De este modo, reclamó a la Consejería de Educación que acometa este tipo de inversiones en los centros educativos de la capital, puesto que algunos de sus edificios "superan los 60 años". "El grueso de los problemas en los colegios, de calefacción, de carpintería, aseos, cubiertas o retirada de uralita es responsabilidad única de la Junta. Mientras las Ampas y los padres no se mentalicen de esto y quieran seguir yendo al Ayuntamiento, por ser la administración más próxima, difícilmente lo vamos a resolver", manifestó Diez.

No obstante, el alcalde sí que reconoce que en ocasiones el Ayuntamiento tiene responsabilidades y que si estas labores no se han realizado en los últimos días es porque "las condiciones climatológicas las han dificultado bastante". Al margen de los conflictos en el Quevedo, Diez califica de "alarmante" la situación en los colegios de León y teme que, de no llegar inversiones, el problema pueda volverse "insostenible e inasumible" en los mismos.

Debido a la protesta en el patio del Quevedo fueron varios los partidos políticos que quisieron criticar la gestión de Diez en el mantenimiento de este centro educativo en particular y llevando también las quejas a otros de la ciudad. Por ejemplo, desde Ciudadanos reivindicaron que el Ayuntamiento debe "coger el toro por los cuernos" y elaborar un "plan ambicioso" de actuaciones en estas infraestructuras.

En este sentido, como portavoz de la formación naranja, Gemma Villarroel tachó de "irresponsable" la actitud de Diez. "El alcalde no puede mirar hacia otro lado. El que una caldera no esté llena de gasoil y los escolares pasen frío o que haya goteras en los pasillos y humedades en las paredes eso es mantenimiento señor Diez. Las cuestiones de la Junta son hacer un patio nuevo, cambiar un tejado o hacer una cubierta, pero el resto corresponde al Ayuntamiento", indican desde Ciudadanos.

Por su parte, UPL emitió un comunicado para apoyar la protesta de ayer en el Quevedo y responsabilizar directamente a Diez. "El equipo de gobierno del PSOE debió de acometer las obras de mantenimiento de este centro escolar y del resto de centros escolares de la ciudad que presentan un estado lamentable en la época estival coincidiendo con las vacaciones escolares, para que ahora no aconteciesen unos sucesos que están impidiendo el normal desenvolvimiento de la docencia", señalan los leonesistas.

Por último, desde Izquierda Unida también se sumaron a las críticas por una situación que califican de "desastre". "Se prometió que se abordarían las obras necesarias en verano, ya que no daba tiempo en Semana Santa, por disponer de poco tiempo para acometer las reformas necesarias. Un año después se suceden los episodios de goteras, calefacciones estropeadas y hasta ha tenido que desalojarse el colegio", expone la formación.