Emoción mirando a Cuba

Édi García tuvo una semana ‘mágica’ en lo deportivo y, como siempre en los mejores momentos, se acordó de su madre Youber, llegada desde Cuba donde sigue teniendo a buena parte de la familia

Fulgencio Fernández
17/10/2021
 Actualizado a 17/10/2021
Edi este sábado en La Virgen del Camino, después de su gran tarde en el corro de lucha. | SAÚL ARÉN
Edi este sábado en La Virgen del Camino, después de su gran tarde en el corro de lucha. | SAÚL ARÉN
Si le miras a Édili a la cara la imaginarás feliz pues vive con la sonrisa puesta. Si, como ayer o el martes en Boñar, acaba de protagonizar una gesta deportiva te extrañará su tranquilidad, no exterioriza nada especial que vaya más allá de su sonrisa habitual. Bueno sí, si la sigues y ves el abrazo con el que se funde con su hermano José Luis o su hermana Paula, si está, entiendes mucho. Ahí sí ves la emoción y la mirada hacia quien habitualmente no está y a quien le dedican todos ellos sus tardes buenas. «Claro, pienso en mi madre, en nuestra madre, Youber. Mi madre es mucho, de verdad, ha hecho tanto por nosotros». 

Se da cuenta Edi, lo recuerda, y te pide un favor: «Bueno, y a mi padre también. Lo que pasa es que él va a los corros, está con nosotros y lo disfruta, y mi madre pues está casa... Bueno, y una madre es una madre».

Pues claro que sí Edi.

Edi su gemela Paula y José Luis practican la lucha leonesa. También el cuarto hermano, Evencio, pero una lesión le apartó. «Y entonces comencé yo, hará 12 años, en el club de Cistierna, en el que sigo». Cuando era casi una niña, hace 8 años, ya ganó una Liga y esta semana ha sido la mejor de su carrera deportiva. El martes ganó su segunda Liga y el sábado el mazapán del Ribera contra Montaña. «Si te digo la verdad igual me hace más ilusión que la Liga, me encanta luchar este corro».

Por eso quiere que el mazapán sea para su madre —otra cosa es si sus compañeros dejan que llegue entero— porque siempre piensa en esa mujer llegada desde Cuba, donde conoció a su padre y se casó con él; que sigue teniendo en la isla a buena parte desu familia, a sus padres y hermanos. «Y que nos ha cuidado tanto».

Tanto que hace unos años los cuatro hermanos le dieron una gran sorpresa, inesperada. Se buscaron la vida para ir a un programa de la tele con una sola pretensión: «Decirle lo mucho que queremos y darle las gracias por todo lo que ha hecho por nosotros. La verdad es que fue emocionante y además pudo hacer un viaje a Cuba y pasar unos días con los suyos».

Edi se va, tiene que trabajar. Siempre marcha con algo de prisa para ir al curro en Cistierna. «Del corro al curro». El pabellón se va quedando vacío. Con su eterna sonrisa mira al mazapán, al que ya han arrancado algún trozo. La espera José Luis, su hermano también luchador. Se van juntos, piensan lo mismo. Seguramente también en la misma.
Miran a Cuba.
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