Elverum 25 - Abanca 30: 'Ludena, tu Ademar vuelve a la élite'

El equipo leonés, con un David Fernández sensacional, derrota al conjunto noruego y aprovecha la victoria del Skjern para seguir en la ‘Champions’ y encontrarse en el cruce con el Montpellier

Jesús Coca Aguilera
03/12/2017
 Actualizado a 19/09/2019
La expedición del Ademar celebra el triunfo en la pista noruega. | JAVIER QUINTANA
La expedición del Ademar celebra el triunfo en la pista noruega. | JAVIER QUINTANA
José Ludena vivió y fue protagonista de las mejores etapas del Ademar. También le tocó sufrir el descenso a los infiernos, contribuyendo con todas sus fuerzas a salir de él. Pero el sábado, una enfermedad le acababa ganando la batalla, dejando en un segundo plano el caótico viaje a Noruega y provocando la desolación en la expedición ademarista.

De otros clubes. De los organismos nacionales e internacionales. De múltiples ex jugadores. De todos los lados llegaron lamentos y muestras de condolencia, demostrando la forma en la que Ludena calaba y marcaba por su forma de ser en todos los que componían el Abanca Ademar. Por eso, cuando antes de comenzar el partido se guardó un minuto de silencio, las caras eran un poema. Cabezas bajas en los jugadores. Lágrimas que el técnico Rafa Guijosa no podía evitar que se le escaparan.

Él era el protagonista. Por él querían ganar. A él le quisieron dedicar un triunfo que, antes de empezar, ya se sabía que tendría premio añadido, pues el Skjern cumplió con su parte y arrasó de principio a fin al Gorenje, ganándole finalmente de 15. La pelota estaba en el tejado del Abanca Ademar y no falló. 25-30 vencieron los leoneses al Elverum, pasando de ronda en la ‘Champions’ y ganándose el billete para encontrarse con el poderoso Montpellier francés en el cruce. Para seguir vivo cuando ya sólo los ‘grandes’ del balonmano queden en liza. Para darle el último regalo a su gerente. Porque Ludena, tu Ademar vuelve a estar en la élite.

Lo está gracias a su sangre fría en los 10 últimos minutos, donde rompieron un encuentro que hasta entonces estuvo marcado por una tremenda igualdad, y por la sensacional actuación de sus zurdos, pues brilló tanto un Mario López que ya no es noticia que se salga, como un David Fernández que se marcó uno de sus mejores partidos con la elástica del Ademar en uno de los días más importantes.

El Ademar reaccionó con un 1-5 a su máxima desventaja (7-5) y no fue por detrás en toda la segunda mitad Ellos sobresalieron, pero muchos destacaron. Los porteros, con Biosca y Cupara repartiéndose una parte cada uno y cumpliendo en ambas. Los extremos, conJuanín efectivo y metiéndose la ‘minutada’ ante la baja de Jaime, y Casqueiro demostrando desparpajo y valentía en su inesperada presencia. La defensa, con un Juanjo que a sus cinco goles le unió un sensacional trabajo junto a Carou o Piñeiro. Y por supuesto,un sensacional Simonet, especialista en golazos y que dirigió a la perfección y se marcó con un tanto de espaldas desde nueve metros uno de los mejores tantos de toda la competición.

Una orquesta bien afinada que de hecho en toda la segunda parte nunca fue por detrás en el marcador. Sí tuvo que remar en el inicio, en el que los goles de Poklar (los noruegos marcaron prácticamente todos sus tantos o bien en lanzamientos lejanos de su primera línea o bien en contraataques) daban dos goles de ventaja (7-5) al Elverum.

Pero ahí llegaba el primer tirón de los de Guijosa, que con un 1-5 se ponían dos arriba. Tres goles seguidos de Juanjo primero y tres cañonazos lejanos de David después daban aire a los leoneses, que veían no obstante cómo en una inferioridad el Elverum volvía a tomar la delantera y finalmente se iba con empate (13-13) al descanso.

Esa igualada se prolongaría en el tiempo. Porque, en los primeros 14 minutos de la segunda mitad, el panorama fue siempre el mismo. Gol del Ademar, gol del Elverum. Gonzalo fallaba dos contraataques solo contra el meta seguidos para haberlo roto, Juanjo marcaba dos ‘golazos’ para mantener esa tradición en la inferioridad y Mario tiraba de fiabilidad para compensar las contras transformadas por Gulliksen.

Hasta el 44’, nadie se había ido de 3. El Ademar lo hizo y, con un 0-4, sentenció (22-28) a tres para el final Así hasta que, a 16 para el final, llegó un pequeño aunque decisivo tirón, que ponía al Ademar 19-22. Tres goles de ventaja que dejaban todo abierto, pero que visto cómo iba el partido, se antojaban un mundo, pues eran más de lo que ningún equipo había tenido.

De hecho, acabaron siendo decisivos, pues los leoneses ya no permitieron que el Elverum volviera a ponerse a tiro. El acierto desde los siete metros de Juanín, las paradas de Cupara y ese tanto mágico de Simonet les permitieron llegar con el 22-24 al momento, a falta de siete minutos, en el que el partido ‘murió’.

Todo empezó con una exclusión de Poklar, que el Ademar explotó a tope. Primero con Simonet marcando el fly que le había lanzado Juanín y después Costoya marcando su primer tanto tras tres errores, David Fernández soltando una vez más su brazo y Juanín sentenciando a la contra. En un visto y no visto, parcial de 0-4 que ponía el 22-28 y daba inicio con tres minutos aún por delante a las celebraciones.

Caras de felicidad. De satisfacción. De saber que, pase lo que pase ahora, el objetivo en Europa está cumplido.
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