Elizabeth Blackwell y Nieves González Barrio

Solo Humanos (I), por José Javier Carrasco

José Javier Carrasco
03/01/2023
 Actualizado a 03/01/2023
Nieves González Barrio con un bebé en brazos. | HAUASER Y MENET
Nieves González Barrio con un bebé en brazos. | HAUASER Y MENET
Hay varias cosas en las que coinciden Elizabeth Blackwell (1821-1906), primera mujer médica de Estados Unidos, y Nieves González (1884-1965), primera médica leonesa de adopción. Ambas dedican su tesis a enfermedades infecciosas trasmitidas por insectos. Sobre el tifus Elisabeth Blackwell y la leishmaniasis, Nieves González. A ambas les preocupan los niños en exclusión social. Elizabeth Blackwell abre una clínica en Nueva York para mujeres y niños indigentes, y Nieves González, en sus visitas a París, puede familiarizarse con la problemática de la protección sanitaria de la infancia desprotegida. También, Elisabeth Blackwell viajará a París, capacitándose como matrona. Y, por último, ambas deben sortear en su profesión los arraigados prejuicios de su tiempo. En una entrevista concedida a ‘Blanco y Negro’, en 1935, Nieves González opinaba acerca del feminismo: «Creo que la mujer tiene tanto derecho como el hombre a ser feliz». Dicho de otro modo, el derecho a elegir.

Natural de Riotinto, Huelva, pasa su infancia y primera juventud en el pueblo leonés de Vegacervera. Se traslada a Salamanca para estudiar medicina y se doctora en Madrid con la tesis sobre la patología del kala-azar infantil (enfermedad trasmitida por la mosca de la arena, segunda enfermedad parasitaria mortal tras la malaria). Paga su estancia en la capital dando clases particulares. El tiempo libre lo dedica a trabajos de laboratorio en San Carlos, supervisada por Gustavo Píttaluga (que dirigirá su tesis), y en el Instituto Nacional de Higiene. Su primer destino como médico es Tetuán. Después, trabaja como médico rural dos meses, y en 1918 pasa a formar parte del personal técnico del Instituto Ibys. En 1921 realiza un viaje a París, como pensionada. A continuación, su estancia de un año en Norteamérica, el trabajo en el laboratorio de los hermanos Mayo, y la vuelta a España tras estudiar la organización de las enfermeras visitadoras. En 1922 ocupa el puesto de encargada del laboratorio de enfermedades infantiles del Hospital San Carlos (trabajo que desempeña durante nueve años sin remuneración). Tres años después, en 1925, la nombran profesora de la recién creada Escuela de Puericultura y le confían organizar el servicio de enfermeras visitadoras y niñeras. En 1930 viaja a Londres y, otra vez, París, para visitar instituciones de protección a la infancia. Así cerraba Nieves González el repaso a su trayectoria profesional en la entrevista de ‘Blanco y Negro’.

Entre el 7 y 25 de marzo de 2022, el Palacio Conde Luna de León acogió la exposición ‘Leonesas referentes’ organizada por Asele, la Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de León, para homenajear a quince leonesas celebres: doña Urraca, Cándida Cadenas, María Martín-Granizo, doña Sancha, Carolina Rodríguez, Lydia Valentín, Margarita Ramos, Ana Isabel Martínez de Paz, Piedad Álvarez, Justina González, Ángela Ruíz, Delia Hidalgo, María Sánchez Miñambres, Catalina García y la propia Nieves González. Historia y actualidad escrita en femenino, pero huyendo de su «politización», en palabras de las organizadoras, como si eso fuera fácil. Un panel de la exposición incluía pósits, donde los visitantes podían exponer quiénes de esas quince mujeres les inspiraban y por qué razón. El día que asistí a la exposición, dos de ellos, entre una veintena, estaban dedicados a Nieves González. En uno se leía: «Fue una mujer valiente que luchó por su pasión y consiguió abrir paso a las mujeres en el ámbito científico». Afirmación tan despolitizada como probablemente cierta.
Archivado en
Lo más leído