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Elecciones Municipales

18/05/2023
 Actualizado a 18/05/2023
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La convocatoria de elecciones municipales viene marcada por un fenómeno estadístico que merece la pena explicar. En León se mueren cada año algo más de 6.000 personas, lo que supone que unas 25.000 que pudieron votar en las pasadas elecciones, no lo harán. Estos votantes eran mayoritariamente de partidos de derechas, mayores y predominaba la fidelidad de voto. En consecuencia, esa tendencia erosiona más al voto popular y reduce su potente suelo –los que votan al PP pase lo que pase–.

Por otra parte, la provincia pierde 4.000 habitantes al año aproximadamente. El último padrón, de 2022, totalizaba 448.000 leoneses. En este momento, 2023, debe haber unos 444.000 empadronados en la provincia. Por lo tanto, se han incorporado unas 9.000 personas de edad joven. Así se explicaría la pérdida de 16.000 censados desde 2019 que no corresponden a los 25.000 que han fallecido. Los nuevos votantes no suelen ser de voto fiel, como demuestran las convocatorias electorales recientes. Además, la gente joven tendería a apoyar opciones más radicales que los mayores ya fallecidos.

Si trasladamos estos movimientos demográficos al Ayuntamiento de León, podemos deducir algunas tendencias. José Antonio Díez –que oculta la ahora desgastada marca PSOE–, con su gestión transformadora de la ciudad, debería aumentar sus apoyos, aunque sin excesos, pues carece de la radicalidad que atrae al electorado joven. El PP tendería a bajar algo por la extinción natural de parte de sus votantes y la sustitución insuficiente por nuevos. Ni Feijóo ni Torre atesoran un liderazgo destacado. Además, una parte del PP no votará a Torre, denostada tras apartar a los históricos de las listas.

En el capítulo de fuerzas menores, la UPL no tiende a repetir como fuerza más votada, como sucedió en las autonómicas en la ciudad legionense. Reproducen los mismos vectores de campaña que el PP: limpieza, iluminación y seguridad. La palabra ‘autonomía’, su diferencial, apenas aparece en el discurso. La tendencia de UPL es al alza, pero no engancha con la parte del electorado que espera combatividad autonomista. Vox, en correspondencia con el voto en las elecciones generales, debería entrar como cuarta fuerza, a pesar de que ni proponen, ni manifiestan algo que tenga que ver con León. Por último, queda la batalla del flanco izquierdo. De un lado, Podemos-IU repite consignas conocidas, sin originalidad. Reiteran un argumentario que valdría para Albacete. Si Alantre-Equo, con su mensaje verde, progresista y abiertamente leonesista, consigue llegar a los jóvenes, ocupará parte de ese espacio. En definitiva, el voto no decidido marcará la sentencia electoral.
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