Secundino Llorente

El verdadero éxito

09/12/2017
 Actualizado a 09/09/2019
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El éxito educativo se ha convertido en el objetivo de todos los centros escolares. En los últimos años se han convocado muchas jornadas y congresos con el único fin de dar a conocer en qué consiste el éxito educativo y los medios para poder conseguirlo. Todas las comunidades educativas han establecido planes muy cuidados y ambiciosos en este sentido. Es el tema que más preocupa en el ámbito educativo. El Consejo Escolar del Estado organizó en 2014 el concurso ‘Las escuelas de éxito. Características y experiencias’ para descubrir las destrezas más destacadas de los centros escolares de nuestro país y con la intención de analizar ejemplos de buenas prácticas que sirvan de modelo a los demás. El IES ‘Lancia’ de León tuvo el honor de ser el preferido.

Sabemos perfectamente que, cuando un centro escolar goza de la fama de haber logrado el éxito educativo para sus alumnos, las cuotas de prestigio se disparan en el barrio o en la ciudad. Y la primera consecuencia es la gran demanda de plazas en el periodo de admisión de alumnos. Es un círculo vicioso, a más prestigio más éxito y a más éxito más prestigio.

Los padres, como es lógico, dan mucha importancia a la educación de sus hijos. Suelen tener un momento de dudas para decidir el Centro al final de la enseñanza primaria. La ‘elección de centro’ es un derecho de los padres pero a veces se convierte en un problema. Se les ofrece un abanico de posibilidades y ellos tienen que elegir el centro de secundaria en el que sus hijos se van a formar durante seis años, de los 12 a los 18, posiblemente los más importantes de la vida de estos niños.

En mis visitas a los colegios para informar a los padres y alumnos de sexto de primaria sobre la elección de un centro de secundaria, yo he podido comprobar qué es lo que realmente buscan los padres en un colegio para sus hijos. Sólo dos cosas muy sencillas: «que sean felices y que aprueben». Los padres desean ver a sus hijos ir y volver felices del colegio porque allí reina una grata convivencia y respeto, sin peleas, acosos o expedientes disciplinarios. Los padres también quieren que sus hijos promocionen y saquen buenas notas. Por supuesto que las buenas calificaciones deben basarse en el esfuerzo y trabajo de los alumnos para aprender lo que los profesores les piden. Es muy importante contar con un plan de refuerzo y ayuda para meter en el pelotón a los que les cuesta llegar. Pero está claro que, si sus hijos son felices y aprueban, los propios padres son los que ensalzan y dan prestigio al centro porque para ellos, y para mí, ese es el verdadero éxito.
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