El último buhonero

Se llamaba Luis Javier Carro, nunca lo decía, para todos era Caminante, con ese nombre firmaba cuanto decía y escribía. Iba de paso, se definía como el último buhonero y este viernes un infarto detuvo su camino

Fulgencio Fernández
02/06/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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La muerte, que también exige papeles, sacó a la luz de las últimas sombras su nombre: Luis Javier Carro. No existía ese ciudadano pues él no quería que existiera.

- Caminante, ¿no tienes otro nombre?
- Pues no.
- ¿Y porqué eliges ese nombre?
- Porque no tengo un sitio fijo. La cultura está en todas partes y yo, como estoy metida en ella, pues solo pasaba por aquí.
- ¿Y cómo te definirías?
- Tal vez como el último buhonero, el último buhonero de la poesía, de la pintura, de mis Sentimientos invisibles.

Sentimientos invisibles es la revistilla que Caminante confeccionaba y en buena parte escribía, con la ayuda en la maquetación de Daniel Collado y que, en su mayor parte, distribuían, regalaban, a las gentes que el último viernes de cada mes se acercan al anfiteatro de San Marcos para participar en el Ágora de la poesía en el que Caminante y Daniel eranhabituales.

Y el viernes sólo llegó Daniel, con una caja de revistas, de Sentimientos, que repartió entre los asistentes: «Vine de Madrid para estar aquí y antes con él. No respondía a mis llamadas y supe que algo había pasado. No respondía al timbre de la puerta. Llamé a los bomberos, ‘son mil euros, ¿paga usted la salida?», llamé a un cerrajero, ‘son dos euros, ¿los paga usted? Los pagué. Allí estaba. Un infarto nos lo llevó, aquí está el número 45 dela revista, de mayo de 2019, el último».

Se detuvo el camino del último buhonero de la poesía. «Siempre dentro de unos límites de respeto, yo no voy donde no me quieran, ni iría a algunos sitios aunque me llamaran».
El Caminante se ha ido. Un escritor, un pintor naif, un leonés que nació en un barrio y después de caminar falleció en el mismo barrio. Un tipo libre.

Se fue sin ver hechas realidad dos sueños, acudir a Cuba respondiendo a una invitación como coordinador del ágora y dejar de fumar.
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