El tren-tranvía y la norma de nunca acabar

El Gobierno sigue ultimando su redacción tras una consulta pública previa y dos años sin avances

Alfonso Martínez
18/04/2021
 Actualizado a 18/04/2021
Vista general de la plataforma para el tren-tranvía en su acceso a la estación de Feve en Padre Isla. | MAURICIO PEÑA
Vista general de la plataforma para el tren-tranvía en su acceso a la estación de Feve en Padre Isla. | MAURICIO PEÑA
El pasado 7 de abril se cumplieron cuatro años desde que la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria impulsó una encomienda de gestión a la empresa pública Ineco (Ingeniería y Economía del Transporte) para hacer un análisis de riesgos, una identificación de requisitos esenciales y un desarrollo normativo que regule las condiciones de seguridad y que permita la circulación tranviaria en tramos de la Red Ferroviaria de Interés General.

Se trataba del primer paso para elaborar el reglamento que permitiría desbloquear de una vez por todas la integración de Feve en la ciudad de León, cuya obra civil está ya terminada desde hace casi tres años.

Sin embargo, la elaboración de la normativa sigue sin concluir, tal y como admiten fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. «Se está concluyendo la redacción y posteriormente se realizará una consulta pública sobre el proyecto para proseguir con su tramitación», apuntan.

El resultado de esa encomienda de gestión aparece en un extenso informe fechado el 11 de junio de 2018. Meses más tarde, en septiembre de ese mismo año, fuentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) explicaban a este periódico que los trabajos para el desarrollo de la normativa ya habían concluido y que se ultimaba la «redacción y validación» de un real decreto que debería aprobarse para que pudiese ser efectiva.

Sin embargo, no fue hasta dos después de que finalizase aquella primera fase, es decir, hasta junio de 2020, cuando volvió a haber novedades al respecto. Fue entonces cuando se impulsó una consulta pública previa sobre el proyecto del real decreto que articularía la circulación del tren-tranvía de Feve entre el apeadero de La Asunción y la estación de Padre Isla.

Los socialistas leoneses estiman un plazo no inferior a dos años para que pueda circular el tren-tranvía El periodo para hacer propuestas finalizó el 31 de agosto y a partir de entonces comenzó la fase de elaboración de un estudio informativo que deberá ser sometido posteriormente a un periodo de alegaciones como paso previo a su aprobación definitiva como real decreto. En la redacción de ese estudio informativo se están analizando las propuestas presentadas durante la consulta pública previa por el Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf) y por Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña.

En definitiva, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana parece haber desbloqueado el proceso de elaboración de la normativa después de dos años sin avance alguno por parte de los actuales responsables de la administración estatal, que tampoco fijan un plazo concreto para su aprobación.

En cualquier caso, no parece que vaya a ser a corto plazo, puesto que los socialistas leoneses estiman un plazo no inferior a dos años para que pueda circular el tren-tranvía. Además, ya se ha puesto sobre la mesa la utilización de un autobús eléctrico que recorra la nueva plataforma tranviaria de Feve, aunque no faltan quienes temen que esa solución provisional se pueda convertir en definitiva tras los retrasos y las promesas incumplidas que han marcado los casi diez años que han transcurrido desde el inicio de las obras.

La historia del proyecto


Concretamente, el reloj marcaba las 22:10 horas y el calendario se encontraba en la hoja del 18 de septiembre de 2011 cuando partía de la estación de Feve en la ciudad de León el último tren antes de que se cortase el tráfico para acometer la integración urbanística de la línea en el tramo que llega hasta el apeadero del barrio de la Asunción.

El plan previsto en aquel momento era que esto ocurriese a principios de 2013 después de que se hubiera elevado la cota de la vía estrecha con el fin de lograr la permeabilidad urbana entre ambos lados de la misma.

Y esa permeabilidad se ha conseguido con la conclusión –en mayo de 2018– de la obra civil de la integración, pero el tren-tranvía no ha llegado todavía y los viajeros de Feve siguen haciendo en autobús los recorridos entre la estación de Padre Isla y el apeadero de la Asunción.

 Primero fue un proyecto quizá demasiado ambicioso por haberse diseñado –en la época de Zapatero– durante los años en los que la crisis económica aún no había mostrado toda su virulencia (incluía ramales al Hospital y al campus de Vegazana como herederos del fracasado proyecto de tranvía que había tratado de desarrollar el Ayuntamiento de León con Francisco Fernández como alcalde). Luego –ya durante la etapa de Mariano Rajoy al frente del Gobierno de España– vinieron los recortes presupuestarios, que se tradujeron fundamentalmente en la supresión de los citados ramales y también de la electrificación del trazado de la integración.

Renfe adjudicó la compra de 31 trenes de ancho métrico y 6 alpinos, pero no se sabe si alguno es para León También ha habido problemas con la adquisición de los trenes-tranvía, puesto que la primera operación fue anulada por el Tribunal Supremo después de un largo pleito judicial entre el entonces Ministerio de Fomento y la empresa adjudicataria. En 2010, durante la etapa del socialista leonés Ángel Villalba al frente de Feve, se encargaron inicialmente cuatro unidades para la red del tren-tranvía de León por un importe de 15,2 millones de euros. Tras varias modificaciones, el pedido se incrementó hasta 28 unidades y otros contratos de piezas que elevaron el importe hasta 34,6 millones para renovar otras líneas de vía estrecha. En el año 2017, ya durante la etapa del PP al frente de la administración estatal, se inició una revisión de oficio del contrato y se declaró la nulidad del mismo. Posteriormente, la empresa recurrió y la Audiencia Nacional determinó que el proceso de compra fue «contrario al interés público». La empresa recurrió al Supremo y su petición fue desestimada.

Cabe recordar finalmente que Renfe adjudicó a mediados del pasado año la adquisición de de 31 trenes de ancho métrico y seis alpinos, aunque por el momento no está claro si en este paquete están finalmente incluidos los que circularán por una plataforma tranviaria que sigue sin uso en León.
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