El Torío, un clásico de la pesca que va más allá del deporte

Desde Los Aguazones hasta las Hoces, Cármenes recupera su tradición truchera

Fulgencio Fernández
26/04/2019
 Actualizado a 15/09/2019
El famoso pozo Calixto, rincón de bañistas y también pescadores. | CARLOS A. RODRÍGUEZ
El famoso pozo Calixto, rincón de bañistas y también pescadores. | CARLOS A. RODRÍGUEZ
El río Torío ha sido uno de los clásicos de la pesca en la provincia, un río que en su cabecera está plagado de rincones espectaculares —desde su nacimiento en las fuentes de Los Aguazones hasta las famosas Hoces de Vegacervera— y tramos de muy buena pesca. Ha pasado, como todos, su crisis, la enfermedad... pero la pesca vuelve a ser uno de los reclamos y el río el hilo conductor de una visita cargada de alicientes, un espacio —Reserva de la Biosfera— que siempre justifica el viaje.

En los mejores momentos trucheros del río Torío la gastronomía fue uno de los ganchos para subir hasta esta comarca de su cabecera, en el centro de los Argüellos, para degustar todo tipo de platos en base a la trucha —desde la sopa, a la frita con jamón o escabechada— pero la prohibición de su comercialización, la pesca sin muerte, etc, supusieron un golpe gastronómico del que se ha recuperado la comarca con creces pues en la actualidad la gastronomía ha vuelto a ser uno de los alicientes indiscutibles de esta tierra, una oferta mucho más variada y de excelente calidad.

Y para antes y después de comer, al margen de pescar el Torío, en el coto o en lo libre, hay rutas y paseos que propiciarán un excelente saber de boca para la jornada, desde las fuentes en las que nace, el propio Puerto de Piedrafita, los búnkeres de la guerra, las minas prerromanas Profunda y Providencia, las hoces de Canseco y Pontedo... o una subida a Valporquero.
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