El Toralín es menos fortín sin afición

La Deportiva ha perdido 4 de los 8 partidos jugados en su estadio a puerta cerrada tras caer sólo en uno de los 16 de Segunda con público y en uno de 22 en el año del ascenso

J. C.
15/10/2020
 Actualizado a 15/10/2020
El Toralín deberá seguir esperando para poder tener público en sus gradas. | MARIO DE LA TORRE
El Toralín deberá seguir esperando para poder tener público en sus gradas. | MARIO DE LA TORRE
Todos los equipos del fútbol profesional han notado la falta de aficionados en las gradas cuando juegan como locales, pero en pocos se ha reflejado tanto en los números como en la Ponferradina.

De ser un campo prácticamente inexpugnable con el aliento de sus seguidores, algo avalado por los datos y confirmado tanto por la plantilla berciana como los rivales, que durante el primer tramo de la pasada temporada destacaron en varias ocasiones cómo empujaba el público y lo consideraban determinante, a dejar de ‘meter miedo’.

El Toralín es menos fortín sin afición y de hecho la Deportiva ha perdido cuatro de los ocho partidos que ha disputado en su feudo a puerta cerrada. Esta temporada, más allá de la contundente victoria (3-0) frente al Rayo, los otros dos resultados son derrotas frente a los recién ascendidos Castellón (1-2) y Cartagena (0-2); y la pasada, en los cinco partidos que se jugaron en esas condiciones tras el parón, el balance fue de dos triunfos (2-1 al Elche y el 2-1 ante el Almería que selló la salvación), un empate (1-1 con el colista Racing) y dos derrotas (0-3 con el Fuenlabrada y 0-1 con el Lugo).

En la ‘era Bolo’ la Deportiva ha perdido un 5% de los partidos jugados en casa con público y un 50% sin él Un 50% de derrotas que contrasta con el hecho de que, en los 16 partidos que la Ponferradina había jugado en casa la temporada pasada antes de que en marzo se parara la competición, sólo Las Palmas (0-2) había sido capaz de llevarse los tres puntos, ganando del resto de encuentros siete y firmando tablas en ocho.

Era simplemente, aunque obviamente a mayor escala y muchas veces en partidos en los que el rival era favorito, la confirmación de la tendencia que Jon Pérez Bolo había tenido en su primera temporada en la escuadra berciana, la del ascenso a Segunda B, donde sólo el Salamanca (0-1) ganó en El Toralín en los 22 partidos que entre liga regular y ‘playoff’ se disputaron, y en los que cedieron cuatro empates acabando los otros 17 con triunfo berciano.

Una situación a la que deberá seguir acostumbrándose la Deportiva, puesto que pese a que en la Segunda B que comenzará este fin de semana sí se permitirá público, en el fútbol profesional la idea actual del Gobierno es seguir exigiendo que se juegue a puerta cerrada al menos hasta 2021.
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