El Toralín como reconstituyente

La Deportiva comenzó la segunda vuelta con mal sabor de boca. El conjunto berciano se vio sorprendido por un rival que volvió a encarrilar el partido con un gol tempranero y resistió sin demasiados apuros la inconsistente ofensiva blanquiazul, incapaz de generar peligro con continuidad.

El segundo tropiezo consecutivo a domicilio y la gris imagen que dejó la Ponferradina en El Plantío ha sido el primer toque de atención de una temporada en la que los de Jon Pérez Bolo habían devuelto a la Deportiva a una pelea a la que llevaba años sin ser invitada.

De hecho, plantilla y cuerpo técnico, según informó Radio Bierzo, se reunieron el lunes durante casi una hora para analizar tanto la derrota en Burgos como el rendimiento de las últimas jornadas, un pequeño bajón para el que El Toralín se antoja como la mejor medicina.

Y es que el feudo berciano todavía no ha visto una derrota de la Ponferradina esta temporada y se ha convertido en el reconstituyente ideal. Un empate ante la Cultural –en un derbi marcado por las importantes bajas de los blanquiazules– y victorias ante Valladolid B y Adarve dejan claro que la comunión entre equipo y afición ha logrado, al menos en lo que va de curso, levantar a la Deportiva cuando más lo ha necesitado.

De hecho, los bercianos lograron frente al Valladolid B el triunfo más amplio de esta campaña, una ‘manita’ que tuvo a Yuri como gran protagonista y que contrasta con los problemas de cara el gol que los de Jon Pérez Bolo han arrastrado en sus últimas salidas, quedándose sin marcar en cuatro de sus cinco últimos desplazamientos a domicilio.

Así, la Deportiva está compensando una irregularidad creciente lejos del Toralín convirtiendo su estadio en un auténtico fortín. 24 puntos han sumado los bercianos en casa en 10 partidos, un registro que solo el Guijuelo, con un partido más como local que la Ponferradina, es capaz de igualar en esta primera mitad de Liga.