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El Teléfono de la Esperanza

06/10/2021
 Actualizado a 06/10/2021
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Hace ya medio siglo –se cumplía el viernes pasado– desde que, el 1 de octubre de 1971, naciera en Sevilla el Teléfono de la Esperanza de la mano de Serafín Madrid, un hermano de San Juan de Dios que, entre otras cosas, había también impulsado la ‘Ciudad de San Juan Dios’ –un centro para la atención integral de personas con discapacidad física, psíquica y sensorial– en la localidad hispalense de Alcalá de Guadaíra; y que falleció en accidente de tráfico días antes del primer aniversario del Teléfono.

Hoy la organización tiene sede estable en 29 ciudades españolas –y convenios con asociaciones afines por Europa y América–, incluida la capital leonesa. Mucho tuvo que ver en ello su presidenta local, Mercedes Martínez, que había sido voluntaria en Valencia y que, al regresar a su tierra, apostó por su implantación en León, materializada el 13 de octubre de 2007 –tras tres años de trabajo– con la inauguración de su sede.

El otro día tuve ocasión de charlar un ratín con Mercedes y, si algo me llamó la atención, fue la pasión con la que hablaba del Teléfono de la Esperanza, de la labor que llevan a cabo; y de la satisfacción que supone poder ser de ayuda a la que persona que ha marcado el 987876006…

Por si no lo sabes, siempre hay alguien –24 horas al día, todos los días del año– dispuesto a escuchar a quien se encuentre en cualquier situación de crisis (ansiedad, accidente, intento de suicidio…). En León se reciben como medio centenar de llamadas al día –que se dice pronto–, y entre sus alrededor de 40 voluntarios se encuentran también psicólogos para atender a quien lo necesite; y, además, se llevan a cabo distintas iniciativas, caso del proyecto ‘Mayores en soledad’ –desde el Teléfono se llama a más de 90 personas mayores– o cursos de todo tipo: autoestima, desarrollo personal, gestión del estrés y la ansiedad…

Por difícil que sea una situación –me decía Mercedes–, siempre hay un lado positivo. Aunque cueste encontrarlo. No es mala idea, desde luego, tenerlo presente…
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