Y ya lo es, como su abuelo. Pastor de cabras, como su abuelo. Y mantiene otras tradiciones familiares, como realizar todas las tareas vinculadas con su oficio pero también la dedicación a la música tradicional, en el grupo Aires de Cabrera, en solitario... ahí están los dos vídeos que no hace mucho le ha publicado el Instituto Leonés de Cultura en su iniciativa ‘Son de León’.
Y como buen cabreirés Edilberto deja en su conversación un buen número de expresiones en cabreirés, como bien demostró en el cuidado volumen titulado 'Cuaderno de últimas voces. Historias de vida del Poniente y la Raya’, de José Luis Gutiérrez y Leticia Ruifernández; en el que Edilberto es protagonista de un capítulo contado en primera persona y en el que cuenta que es cierto que le gusta ser pastor de cabras, pero que como es joven (24 años) «lo que me gusta de verdad es andar de xolda».
El propio Edilberto explica, como resumen, que «yo soy del país, soy cabreirés, soy de aquí. Y tengo orgullo por mis tradiciones y por mis cosas. Desde que tuve uso de razón, siempre quise ser pastor como mi abuelo, y aquí estoy». Esta última frase no es de una entrevista ni del citado capítulo del libro —aunque dice otras muy similares—sino que está tomada del documental que este viernes se estrena (a las 19.30 horas en la Sala Región del Instituto Leonés de Cultura) y del que el protagonista prácticamente único es Edilberto Rodríguez, cuya andadura enganchó al director de cine gallego David Vázquez y lo convirtió en ‘El último de Arganeo’, que así se titula este trabajo que ya lleva unos meses ‘circulando’ y ha cosechado un buen número de reconocimientos, en diversos festivales, sobre todo de temática etnográfica. Ya tenemos a Edilberto en Pombriego, pastor de cabras, músico, mantenedor de tradiciones de todo tipo, también laborales... y en su trabajo hay un paraje muy especial para él: Arganeo. Unos corrales en el monte para sus cabras, el lugar ideal para que en verano no tengan que bajar al pueblo y allí se queda Edilberto con ellas en estos meses estivales... pero los corrales estaban abandonados, deteriorados y ha tenido que ir reconstruyéndolos aprovechando la tranquilidad del rebaño y sacándole tiempo al pastoreo. «Aunque es muy joven, Edilberto atesora la sabiduría popular de una persona mayor. Es un libro abierto de las tradiciones de su tierra y sorprende su amor por los animales, por la naturaleza, por las tradiciones, por el baile... todo lo que aprendió de sus abuelos en Silván, cerca de Pombriego, hizo que se forjara una persona única a su edad», comenta David Vázquez, responsable de la productora gallega Pinancho Audiovisuais, que es la que afrontó el trabajo de convertir la vida de Edilberto en la obra que hoy se estrena en León.El citado Vázquez añade otros aspectos «Escucharlo hablar, cantar y bailar es retroceder en el tiempo pero descubriendo a la vez una mirada joven, de alegría y de esperanza para una tierra que envejece y desaparece poco a poco», añade. 
El director gallego, de Chantada, recuerda cómo durante la pandemia retomó un proyecto ‘aparcado’, habló por teléfono con Edilberto, al que prácticamente no conocía, y reconoce que nada más ponerse a grabar ya supo que tenía entre manos una historia muy interesante. «El rodaje ya fue una experiencia inolvidable. Subí con el equipo, ya digo que apenas le conocía, pero Edilberto se paró frente a la cámara y se soltó a contar su historia. Creo que fue un acierto entrevistarlo nada más llegar a Arganeo. Hacía mucho calor, nos metimos en la cabaña, almorzamos y luego le dijimos que hiciera la entrevista mientras el calor no bajaba. Fue lo mejor que pudimos hacer porque seguía desconfiando de nosotros y sacó todo lo que tenía dentro. Se ha mostrado tal como es. Si viniéramos a hacer la entrevista el domingo por la tarde, que ya llevábamos muchas horas juntos y teníamos cierta amistad, no sería lo mismo», explicaba David Vázquez en la proyección en la sección oficial del Festival Internacional de Cine Etnográfico (MICE) del Museo do Pobo Galego, que se realizó hace unas semanas en Santiago de Compostela.Habla David Vázquez de Edilberto como «un ser muy sociable y abierto», al que le gustan las redes sociales pero más aún su oficio, que pasa el verano pastoreando las cabras pero después baja al pueblo y trata de mantener vivas las tradiciones, le gusta la fiesta como a cualquier joven y recuerda lo que Edilberto le dijo: «La gente todavía piensa que los que quedamos en el pueblo no puede ser por cosa buena. Como dicen porque no valen para el mundo. Yo creo que soy lo suficientemente bueno para el mundo, aunque sea aquí en las montañas», aunque en el documental lo dice en cabreirés: «Eu creo que son bastante para o mundo, aínda que estea aquí nesta serra...».