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El sueldo de concejal

24/06/2019
 Actualizado a 16/09/2019
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Es costumbre que en el primer pleno que se celebra en los ayuntamientos tras la sesión de constitución de las corporaciones se apruebe el reparto de áreas de trabajo de los concejales y se fije la periodicidad de las sesiones ordinarias para el resto del mandato. Entre otras cuestiones, también es tema del día la fijación de los salarios que van a percibir los señores ediles por su trabajo y la negociación del personal laboral de confianza.

En cuanto a estos últimos, ya le hablé anteriormente de los moscones que desde el mismo día de las elecciones merodean alrededor de las casas consistoriales y se pegan a los posibles alcaldes para cobrar con intereses su aportación a la campaña electoral, donde presuntamente ayudaron a conseguir la victoria. ¡Qué peligro tienen algunos patrocinios! Sobre todo viendo nombres y trayectorias y viviendo en un pueblo donde, como dice la costumbre popular, todo se sabe.

Del asunto nóminas y dejando al margen a los que se apuntaron en una lista casi con el único objetivo de solucionar sus problemas económicos –que son unos cuantos y por lo que le acabo de decir de que viviendo en el mismo pueblo todo se sabe, las dificultades se conocen– tampoco voy a insistirle mucho. Tal vez porque usted sea partidario de que si otros lo hicieron antes, cualquiera puede venir a ganar dinero gobernando en su ayuntamiento.

Pero lo que ahora veremos con mayor claridad es de qué manera los candidatos que antes y durante las elecciones pregonaron a lo largo y ancho de la provincia, por ser este tema recurrente en la campaña de cualquier sitio, que el que estaba gobernando cobraba mucho y que era excesivo si ahora que por carambolas del destino está donde se reparte el presupuesto le parece tan descomunal la nómina.
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