El sonido de La M.O.D.A. llena en León

Su vocalista dice de ella que es "una de las ciudades fuertes para la banda" y el público leonés ha demostrado estar a la altura de esa afirmación agotando las entradas de los conciertos que ofrece La Maravillosa Orquesta del Alcohol este viernes y el sábado (22:30 horas) en Espacio Vías

Rosa Álvarez
16/02/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Los chicos de La Maravillosa Orquesta del Alcohol se suben este viernes y sábado al escenario de Espacio Vías dentro de la gira de su tercer disco de estudio, ‘Salvavida (de las balas perdidas)’.
Los chicos de La Maravillosa Orquesta del Alcohol se suben este viernes y sábado al escenario de Espacio Vías dentro de la gira de su tercer disco de estudio, ‘Salvavida (de las balas perdidas)’.
Dos conciertos, dos días seguidos y todas las entradas agotadas. Espacio Vías sonará este fin de semana a La M.O.D.A.. Este viernes y el sábado, a las 22:30 horas, el público leonés tiene una cita con los de Burgos, que llegan dispuestos a quitarse la espinita que supuso para ellos tener que suspender el concierto que tenían previsto en la capital el pasado mes de noviembre. Fue su primera cancelación en más de seis años en la carretera, «y ojalá sea la última», apuntaban en ese momento. La «enfermedad» de uno de los componentes de la banda les obligó a tachar esa cita con León en su calendario, pero ya advirtieron entonces que más que una cancelación iba a ser un aplazamiento. Apenas unos días más tarde confirmaban que al concierto previsto ya en ese momento para este sábado en la ciudad se sumaba otro este viernes. Tocarían dos días seguidos, y el público respondió. Hace ya varias semanas que –como les está pasando en muchas de las paradas de esta gira– han agotado las entradas. Está todo vendido. «En León siempre hemos estado muy a gusto no solo por cómo nos ha tratado el público –que creo que es una de las ciudades fuertes para la banda– sino porque nos sentimos como en casa», aseguraba en noviembre el cantante y guitarrista de la banda, David Ruiz, en una entrevista para La Nueva Crónica.

Este viernes La Maravillosa Orquesta del Alcohol vuelve a León y repite el sábado. Se suben, además, a un escenario que ya les es familiar, que ya conocen de giras previas, y al que no les importaría regresar en esta. «La gente está respondiendo tan bien que no descartamos un tercer concierto», bromeaba Ruiz. Dentro de esta gira o no, lo que tienen claro es que León les gusta. Lo confirmaba su vocalista: «¿A León? Esperamos seguir yendo muchos años».

En esta ocasión llegan con su tercer disco de estudio casi recién estrenado, ‘Salvavida (de las balas perdidas)’, un trabajo madurado, en el que han invertido más tiempo que en ningún otro, y arriesgado. En él se han atrevido con nuevos ritmos y estructuras, con nuevos instrumentos y con colaboraciones cercanas a ellos. Han experimentado, aunque sin olvidar al mismo tiempo la esencia de la banda, esa base común a sus anteriores trabajos. «Hemos intentado no perder nuestra identidad, pero al mismo tiempo obligarnos a salir de la zona de confort, a probar, porque nos lo pedía el cuerpo. En este álbum yo creo que se puede escuchar a La M.O.D.A. de siempre en algunas canciones, pero hay otros temas en los que nos atrevemos con cosas con las que nunca nos habíamos atrevido. Hemos dado un paso más en la dirección que hemos elegido y que intenta ser algo original y que no hayan hecho otras bandas», apuntaba Ruiz.

Antes de que se publicara este trabajo se alejaron durante un tiempo de los escenarios, en palabras de su vocalista, «para tomar aire y poder mirar hacia atrás con un poco de perspectiva y calma, y también por el público, porque no queríamos llegar a cansar, a saturar a la gente», y en su regreso se han encontrado con salas repletas a las que dirigir su música, la de siempre y un puñado más de canciones, las nuevas, en las que «no se repiten fórmulas», pero que empastan perfectamente con las que ya se coreaban años atrás en parte en sonido y también en temática. En ‘Salvavida (de las balas perdidas)’ hay historias «de carácter social/colectivo y otras más introspectivas, que giran en torno a sentimientos de carácter personal/interno». Es, además, un trabajo ‘agarrado’ a las raíces de la banda, que recuerda todavía cuando no hace tanto empezaba a ensayar «en un garajillo». «No nos olvidamos de todo lo que nos ha costado llegar hasta aquí, y por eso valoramos mucho más todo lo que está pasando», advertía Ruiz.

Ahora llenan salas y son un reclamo en festivales, pero insisten en la necesidad de tomar parte de este proceso con tranquilidad, sin prisa. «No tenemos ningún plan maestro de dominación mundial», bromeaba el vocalista. Su intención está clara: «Preferimos ir poco a poco, controlando la velocidad a la que va el tren para que no descarrile e ir disfrutando del paisaje».
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