11/07/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Las entradas y salidas de la cárcel de unos cuantos leoneses enredados en esto de la corrupción ha dejado muy claro que la fiesta va por barrios. Quizá sea más difícil ver a partir de ahora al supuesto cabecilla hacerse fotos con la práctica totalidad de los políticos de Castilla y León, aunque visto lo visto quizá no tengan problemas para volver a encontrarse con él entre vinos y falsas risas... si es que sale algún día de prisión, claro está... Pero el rictus de preocupación ya asoma en casi todos los partidos, porque la memoria es frágil, aunque no tanto.

Las elecciones municipales y autonómicas están a la vuelta de la esquina y va a ser difícil olvidar que más de un político ha estado unas cuantas horas detenido por la Policía Nacional, que montó un dispositivo para apresarlos que poco a poco se nos está haciendo familiar, como las lluvias torrenciales o ciertos olvidos en algunos medios. Pero ha tenido que ser un humorista el que dé en el clavo con todo este proceso: «Es un corrup victim», decía estos días Andreu Buenafuente, para el que Ulibarri no acabará en la cárcel puesto que no está relacionado con el rap, y por el que se tiró un buen rato citando todos los delitos por los que está investigado en varias tramas de corrupción españolas, o más bien todas. «Ha nacido una estrella», decía entre aplausos el genial presentador catalán, que sabe bien lo que es montar un show y ve mejor aún lo que es un show político, el que siempre ha rodeado a este personaje. El leonés, digo.
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