Y el Ecce Homo volvió a cubrir la distancia que lo separan de su santuario hasta la Iglesia de San Pedro, como hace cada siete años, acompañado por los feligreses, por las autoridades civiles y eclesiásticas que esperan este evento bembibrense con la mayor de las expectaciones.
El Santo salió en una mañana soleada para iniciar una celebración que había comenzado el día antes con el pregón a cargo de Carlos Alberto Martínez Ferrero, cónsul Honorario de España en Uzbekistán, y vecino la localidad. Ese fue el chupinazo, pero el sábado se esperaba ver al patrón salir de su templo. Lo hizo entre bombas y gaitas, al lado de sus vecinos y de la alcaldesa de la localidad, Silvia Cao, que vivía en ese cargo esta celebración por primera vez. Cao aprovechaba para pedir al Santo "que acabe el coronavirus y la guerra" y, en clave local " que volvamos a tener la prosperidad que perdimos", con la muerte del carbón.
Peticiones que lanzaba en una procesión que se repetirá de vuelta en una semana, pero de vuelta, como se ha hecho hace más de un siglo recordando que en 1628 se sacó al santo para que acabara con una impertinente sequía, petición que ofreció. Por el medio queda una celebración que se estira toda la semana, con eventos musicales, culturales, deportivos...Toda una celebración que Bembibre esperaba con ganas.
El Santo deja su templo en Bembibre para cumplir con la tradición de los 7 años
En procesión llegó a la iglesia de San Pedro y volverá a subir a su templo en una semana
25/06/2022
Actualizado a
25/06/2022

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