El sabinar de Luna

Una pequeña ruta para conocer un singular bosque de sabinas en el embalse de Barrios de Luna

Vicente García
09/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Excelente vista entre el sabinar. | VICENTE GARCÍA
Excelente vista entre el sabinar. | VICENTE GARCÍA
Existe en la provincia de León una franja de bosques de sabinas que va de oeste a este, que se puede ver en muchas comarcas, como la dePiedrasechas o Crémenes, mientras que en otos lugares han desaparecido y que continúa, a lo largo de la cordillera cantábrica, en otras provincias de la comunidad.

En esta época veraniega las sabinas pueden resultar de un valor interesante, debido a sus sombras y al frescor del ambiente, aparte de que en la cresta de los Sierros Negros corre el aire refrescante para seguir, por lo que la ascensión se hace bastante llevadera.

Hay zonas de enebros y árgumas o aulagas que pueden resultar desagradables, sobre todo en la cresta y en parte de la bajada, aunque el mayor problema pueden ser los últimos tres kilómetros que se hacen por una carretera con un estrecho arcén donde hay que andar con cuidado. Si no se desea caminar por la carretera, en la descripción de la ruta se explica la posible alternativa.

Desarrollo de la ruta


El inicio de la ruta se realiza en lo que fue la localidad de Mirantes, frente al club náutico, donde se cruza una portillera y se ve a la izquierda, tras unos contenedores de basura un gran tejo y detrás las ruinas de la iglesia dede donde sale un camino que va por lo que fueron las casas de Mirantes, hoy en ruinas.

El camino sigue subiendo hacia el sabinar y en un momento se bifurca y el sendero de la izquierda va hacia una construcción que es lo que fue el cementerio de la localidad. Se sigue por la derecha y el camino va ganando altura, siempre paralelo al embalse y entre sabinas, hasta que en un momento determinado gira a la derecha para ascender en dirección contraria en un ampilo giro que continúa con una pendiente mayor hasta que de nuevo el camino gira a la izquierda para ascender hacia la collada existente en la parte superior, por la que discurre el tendido eléctrico.

El alto de la collada tiene una vista excelente que va a continuar a lo largo de gran parte de la ruta, hacia atrás se ve la Peña de las Arregueras delante del valle de Borbusende y el brazo del Náutico, en el valle contiguo al que se llega, se ve Peña Ubiña, el Cirbanal, y las montañas de Babia, como el Morronegro y la Crespa, aunque antes se ve una planicie con sabinas sueltas.

Continúa la ruta siguiendo hacia la derecha ascendiendo a una primera cresta bastante aérea, sobre todo hacia el lado de la izquierda que cae verticalmente hacia el valle. Se llega a un alto para bajar a continuación hacia una segunda collada que se va a subir después hacia el lado opuesto entre enebros rastreros y alguna que otra árguma o aliaga, hasta que se alcanza un roquedo, con fuerte caída hacia el valle, que parece ser la cima y desde donde la vista sigue siendo excepcional, casi mejor que la anterior, pues ya se dominan las montañas que suben hacia el Cerro Pedroso, así como los Montes Tijera y todas las lomas de alrededor de los Sierros Negros.  

Continúa el cresteo unos metros más para descubrir que la cima es la misma, aunque tal vez ligerísimamente más elevada. Desde allí se ve claramente la bajada hacia el valle y el camino que se va a seguir al descender, se baja bien y con cuidado para seguir los senderos que se están perdiendo ante el avance de los enebros rastreros, las árgumas y los brezos, hay que buscarlos bien y llegar al camino sin problemas.

El camino que viene de las faldas del Pedroso y sigue hasta la collada de Aralla o por el Palanco a Geras, en dirección opuesta baja al pantano, a Miñera de Luna a través de un bosque de robles. Antes de entrar en el robledal se puede seguir un sendero que sube por la ladera y va hacia la primera collada por la que se pasó antes de los Sierros Negros y por la que pasan los postes de la luz. Si no se quiere volver por la carretera este es el mejor camino. Sin embargo la ruta se interna en el robledal y continúa durante un buen trecho hasta llegar a las construcciones de la mina de mercurio abandonada y desde allí, por una pista bajar a las construcciones que quedan de Miñera en su parte alta, donde hay una fuente.

Desde allí se toma la carretera y con mucho cuidado, cumpliendo las normas de tráfico se sigue por un minúsculo arcén y aunque no hay mucha circulación y está limitada la velocidad, hay personas inconscientes que no se preocupan de los demás y se debe tener cuidado para que no produzcan accidentes. Carretera adelante, se llega al Club Náutico de León, en el punto de inicio, donde se puede dar por finalizada la ruta.
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