El IPC es una medida estadística que indica la evolución del conjunto de precios de los bienes y servicios básicos que consume la población residente en viviendas familiares, lo que se conoce comúnmente como la ‘cesta de la compra’.
La importancia de cada artículo o servicio en el cálculo del IPC está determinada por su propio consumo y suele cambiar según se modifican los hábitos de los consumidores. Por ejemplo, los CD regrabables se incluyeron en la lista de indicadores para caer años después, al igual que el alquiler de películas. Recientemente, se han introducido tratamientos estéticos como la fotodepilación y productos informáticos como tablets y discos duros portátiles, por lo que puede decirse que el IPC y los precios que lo componen son un indicador de la economía y de la sociedad de un país.
En total, se contrasta la evolución de los precios de 489 artículos agrupados en 37 áreas (las que aparecen en la tabla que acompaña esta información). Los datos de León van en consonancia con la evolución nacional, no suben unos productos en la provincia y bajan en el resto del país, pero sí hay algunas variaciones.
Atendiendo a los datos referidos a León, se puede comprobar que, la vida, en general, se ha encarecido, y sólo han bajado los precios en seis ámbitos muy concretos. El grupo de bienes y servicios que registra una mayor reducción de los precios en los últimos diez años es el de equipos y soportes audiovisuales, fotográficos e informáticos, con un descenso del 69,7% respecto a hace diez años. Otra bajada importante, del 15,6% se ha experimentado en los electrodomésticos y reparaciones, así como en las comunicaciones (-10,9%), que se refiere a los móviles, las tarifas telefónicas...
Quizá llama la más atención el descenso en cuanto a medicamentos, otros productos farmacéuticos y material terapéutico, que es del 10,9%. Y más barato resulta también el vestir, tanto el hogar, como a las personas.
Al margen de esto, el resto de grupos han experimentado incrementos en los precios, especialmente en el caso del tabaco y de la enseñanza, con un 96,4% y un 48,2% respectivamente.
Algo tan básico como la alimentación también ha experimentado un incremento reseñable en los precios, un 21,4% más caros que hace diez años, algo que sin duda muchas familias han notado en estos años de crisis al ser algo de lo que no se puede prescindir.
