El 'Rollo' de Ponferrada: La justicia sobre la piedra

Aunque poco conocido, la ciudad tuvo dos picotas, la última de más de 6 metros de alto obra de Pedro del Castillo, donde se daba castigo, especialmente, a los infractores en el uso de las viñas

Pedro J. Villanueva
08/12/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Restos estudiados en la investigación. | P.V.
Restos estudiados en la investigación. | P.V.
Cuando a uno le hablan de ‘La Picota’, uno piensa en esa clase de cereza tan apreciada por los paladares más exquisitos. Sin embargo, aquí vamos a referirnos a otro tipo de ‘picota’ que en nada se parece a la clase de cereza.
En muchas poblaciones de nuestra de provincia y el resto del país, hay presencia de estos singulares monumentos que en su día sirvieron para ajusticiar y aplicar las penas adjudicadas por el señor feudal de turno a los siervos que desobedecían el orden estamental establecido.

Esas penas iban desde las más duras como el ajusticiamiento terminado en muerte del reo a otras penas menores, como el escarnio público en el que el desobediente vecino o vecina, quedaba amarrado a las cadenas de la ‘picota’ a la vista de todos, los días que en pena les hubiesen sido impuestos.
Muchos conocemos por cercanía, dela existencia del ‘Rollo de Justicia de Toreno’, este es el nombre dado en muchos lugares a ‘La Picota’ mencionada anteriormente. Pero pocas veces hemos oído mencionar que hubiese ‘Rollo’ alguno de justicia en Ponferrada.

Este humilde escribiente comenzó su investigación sobre el ‘Rollo de Ponferrada’ a raíz de una escritura de Foro perpetuo del Señor García de las Llanas, Comendador y Regidor en Ponferrada en el año 1783,en suma, un contrato de alquiler de una vivienda ubicada próxima al actual Museo de La Radio para que nos entendamos todos.
En dicho Foro Perpetuo se resaltaba que dicha casa estaba cerca de ‘El Rollo’. Este hecho lo comenté a mi amigo José A. Barreales, que después de hablar con algunos vecinos, entre ellos al que llaman «el enterrador» sabedor de muchos de los aconteceres históricos de nuestra ciudad, me dice que la piedra del Rollo de Ponferrada estaba situada muy cerca del Castillo.

No contento con todo lo averiguado, pues la cabeza me pedíadesentrañar más el asunto, me dirijo al Instituto de Estudios Bercianos, lugar donde se pueden aclarar la mayoría de las dudas que se puedan suscitar en relación al Bierzo yuno se siente como en casa.

Allí, con la ayuda de muchos de los historiadores y amantes de nuestra tierra, documento perfectamente la existencia del ‘Rollo de Ponferrada’ y descubro que efectivamente estaba próximo al Castillo, como bien decía nuestro ilustre vecino.

Hubo dos picotas en Ponferrada, una construida en el siglo XV situada junto a la vieja iglesia y el pozo, pozo aún recordado por muchos y otra fabricada posteriormente con calidad mejorada. En el año 1505, el regimiento de la Villa manda mudar la misma a las proximidades de la casa de Catalina d´Ordás.

En los documentos de los que se disponen referencian que al lado de ‘La Picota’ había una tribuna con tejadillo para que autoridadespudiesenver perfectamente los ajusticiamientos que en ‘El Rollo’ se realizaban, como si de un teatro al aire libre se tratase.

Esta picota, de unos 4 metros de alto, se cae y en su lugar se construye otra mejorada en el año 1544, de más de 6 metros de alto, obra realizada por el cantero Pedro del Castillo. En dicha construcción se aprovechan los materiales de la anterior (realizada con piedra traída en carros desde Columbrianos, Fuentes Nuevas, Onamio, Santo Tomás, la Puebla…) y se añade«piedra del grano mejor que hubiere en el Monte Arenas, limpio y blanco».
Todo el conjunto monumental rematado «en una cruz de hierro…con una veleta; 4 gárgolas con su argolla…todos rematados con crucecitas de hierro» siendo el precio total de la obra 42 ducados.

En el siglo XVII, la picota de Ponferrada aún tenía un regular empleo para el castigo de los infractores en el uso de las viñas, castigando especialmente el traer vino de otras localidades vecinas de Ponferrada para venderlo y causar daños en los viñedos del vecino.

Después de estas referencias, el tiempo borra el final y el destino de la picota, del ‘Rollo de justicia de Ponferrada’, seguramente los avatares históricos y las guerras producidas desde entonces, habrán dejado pocas huellas de nuestra oscura piedra picota.

No obstante, como este escribiente nunca se siente saciado de investigar, presume que algo debe quedar de todas esas piedras y a lo mejor las guerras no han sido capaces de hacer desaparecer del todo el ‘Rollo’. El tiempo nos lo dirá.
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