El robot Da Vinci ha participado en 175 operaciones en un año

La cirugía más repetida desde que entrara en servicio el año pasado son las histerectomías y las prostatectomías

Sergio Jorge
05/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Un médico maneja el robot Da Vinci en la parte izquierda de la imagen y a la derecha es intervenido el paciente. | MAURICIO PEÑA
Un médico maneja el robot Da Vinci en la parte izquierda de la imagen y a la derecha es intervenido el paciente. | MAURICIO PEÑA
Un año y dos meses después de que la tecnología robótica comenzara a implantarse en el Complejo Asistencial Universitario de León, ya son 175 las operaciones en las que Da Vinci ha formado parte, de las que 95 de las intervenciones quirúrgicas se realizaron durante el 2019. Según los datos facilitados por la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, urología y ginecología son las dos especialidades en las que por ahora los facultativos del Hospital están utilizando esta innovación que mejora la precisión y la eficacia de manera notable.

Durante este 2019, las histerectomías, las prostactectomías radicales, las rostactectomías y las nefrectomías parciales han sido las operaciones más numerosas de cuantas se han realizado con la intervención del robot Da Vinci, que se pueden dividir entre las 69 de urología y las 26 de Ginecología. Estas cifras son similares a las contabilizadas durante todo el año pasado, con 70 de la primera de las especialidades y 10 de la segunda. Eso sí, hay que tener en cuenta que la primera cirugía con Da Vinci se realizó el 25 de mayo del año pasado, por lo que son números de siete meses en el caso de urología y apenas tres meses en los de ginecología, cuya primera operación se registró el 9 de octubre.

Hay que recordar que Da Vinci es un sistema de cirugía en el que el profesional sanitario efectúa la mayor parte de sus intervenciones con un robot con varios brazos articulados que se manejan desde un asiento en una consola con una especie de 'joystick' que permite al cirujano mover todos los dispositivos acoplados. Todos ellos se ven en una pantalla en tres dimensiones con un aumento de hasta diez veces y con unos movimientos de las manos del médico que se traducen en impulsos que se transmiten a las pinzas del robot.

Destaca además que esta tecnología elimina los defectos como el temblor. "Si la mano humana tiene capacidad de giro y movimiento limitados, el robot da más de 360 grados", explicaba en junio del año pasado uno de los primeros médicos en utilizar este sistema, Miguel Ángel Alonso, para el que "lo que se gana es en estándares de calidad y se reducen problemas", aunque la recuperación del paciente es similar a la cirugía más tradicional.

Este sofisticado aparato costó 1,8 millones de euros y ofrece ventajas incuestionables en términos de precisión, tanto en el proceso de corte aumentando el control y reduciendo las pérdidas hemáticas, como en la fase reconstructiva, según detallan desde la compañía que distribuye estos robots en España, Abex Excelencia Robótic.

Con el robot es más fácil el acceso en anatomías complicadas, se tiene una excelente visualización de los puntos de referencia anatómicos y de los planos tisulares, y se elimina el temblor fisiológico o movimientos involuntarios del cirujano, así como el cansancio postural tras largas horas de intervención.

Todo ello se traduce en una serie de mejoras para el paciente, ya que el tamaño de las incisiones es mucho menor, lo que deriva en más calidad y más corto periodo postoperatorio, menos dolor y menos posibilidades de complicaciones, que a la vez redunda en una mejor gestión del uso de las instalaciones y recursos del hospital, según aseguran desde la compañía.

Este aparato consta de tres partes: la consola quirúrgica, el carro del paciente y la torre de visión. La primera de ellas está fuera del campo estéril, donde el cirujano controla el endoscopio 3D que muestra una imagen tridimensional del campo operatorio y los instrumentos.

El carro del paciente es el componente operativo del sistema Da Vinci y se compone de cuatro brazos destinados a soportar el instrumental quirúrgico y el endoscopio. En la parte posterior, dispone de un teclado táctil y los mandos para la selección de la tipología de intervención. Por último, la torre de visión contiene la unidad central de elaboración y procesamiento de la imagen a través de un monitor de pantalla táctil de 24 pulgadas, un electrobisturí ERBE VIO dV y un sistema de video en alta definición (full HD).
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