El reto en las aulas

La vuelta a las aulas ha supuesto un quebradero de cabeza desconocido para toda la sociedad española, si no del tamaño del confinamiento, al menos parecido. Partiendo de la base de que es absolutamente necesario completar ese regreso, por lo que supone en primer lugar para los estudiantes, en segundo lugar para sus padres que así podrán normalizar su trabajo (algo tan necesario para la economía) y en tercer lugar por lo que supone para el presente y el futuro de una sociedad presuntamente desarrollada, durante muchos meses se ha hablado de la previsión necesaria para realizar un regreso a las aulas con garantías. Algunos ven improvisación en la toma de decisiones, pero lo cierto es que la pandemia ha resurgido con fuerza a lo largo del mes de agosto, los contagios se han disparado, y eso ha obligado a la comunidad educativa a adaptarse a última hora, con órdenes que llegaron en muchos de los casos horas antes de que empezara el curso, pero no por incompetencia, sino por la propia evolución de la pandemia. Aunque hacen mucho más ruido los casos de las aulas confinadas que los cientos de casos de aulas en las que se desarrolla con total normalidad la actividad educativa, lo cierto es que todos tenemos que poner de nuestra parte y ser conscientes de que libramos una guerra contra un enemigo que nos obliga a improvisar y a adaptarnos para poder vencerlo.