El reino

Veo en una foto a hombres con corbata celebrando el paso de la capitalidad gastronómica de León a Almería. Entre ellos, Pablo Casado. Diez hombres diez que alzan copas de cava o champán en la Feria Internacional de Turismo, Fitur. Ni una mujer, ni siquiera en el decorado, como a veces pasa, entre las cabecitas del fondo. Si fueran diez mujeres diez se destacaría en alguna parte. Se llamaría la atención sobre la rareza, porque sigue siéndolo. «Las mujeres brindan por la gastronomía de León y Almería», o algo así, con rima y todo.

Al ver la foto no puedo evitar acordarme de la comida de políticos -y una política- con la que comienza ‘El reino’. La excelente película de Rodrigo Sorogoyen acaba de conseguir trece nominaciones a los premios Goya.

No es que con esto quiera decir que traslado a la foto de Fitur lo que ocurre en la historia del director madrileño. Aunque, en fin. Una de las claves de la película es que no se necesitan demasiadas explicaciones porque ya hemos visto mucho de todo eso. Como vienen las elecciones a paso rápido, no está mal que elegibles y electores la veamos o la volvamos a repasar.

Fitur es también un reino singular en el que se «venden», al menos turísticamente, los territorios que forman el que tenemos. Y otros más lejanos. Una extraña nación tras la fachada de cristal de Ifema. Un país de países lleno de expositores y hojas volantes, de vídeos en pantallas gigantescas, de presentaciones y carteles. Hay personas con credenciales colgadas del cuello y otras vestidas de romanos, de guirrios, de indios precolombinos, de ninjas o con los trajes regionales de algún lugar.

Para viajar a donde sea, me apunto. Pero pienso en los ‘catering’ de Fitur y en los platos de esas provincias y países y olvido la intención de quitarme los kilos de exceso de las Navidades. Claro que hay que tener cuidado con las dietas, porque te cambian el carácter. Ya lo advirtió Cervantes en ese diálogo entre la babiana Babieca y Rocinante, antes del inicio de ‘El Quijote’:

BABIECA- Metafísico estáis.

ROCINANTE- Es que no como.