"El reflejo es el sello característico de mi pintura"

José Domínguez es un artista asiduo de la galería Alemi y hasta el 7 de octubre expone una selección de sus cuadros en la que deja patente su retorno al color

Vicente García
21/09/2022
 Actualizado a 21/09/2022
José Domínguez junto a los dos retratos femeninos de gran formato que exhibe en la galería Alemi. | VICENTE GARCÍA
José Domínguez junto a los dos retratos femeninos de gran formato que exhibe en la galería Alemi. | VICENTE GARCÍA
La última vez que José Domínguez expuso en León traía una serie de cuadros en los que solamente el color rojo destacaba sobre imágenes en una gama de grises entre el blanco y el negro. En esta ocasión él dice que ha vuelto al color y sigue pintando ciudades, pero en color. Lo explica de este modo: «A lo largo de mi trayectoria artística comencé con Naturaleza en color, luego seguí con lo urbano también en color. Hace cuatro años hice un parón en el color y ahora he vuelto a retomar el color».

En la exposición actual de la galería Alemi presenta varias series, por un lado, las ciudades en blanco y negro con sus toques de rojo y ese ambiente gris de los días lluviosos que reflejan en el suelo la estructura de los edificios. A su lado las nuevas ciudades en color que dan una mayor luminosidad a la escena y se expanden por la galería.

Por otro lado, aporta sus motivos naturales en los que destacan plantas también reflejadas sobre el agua, con la característica de que dos de sus piezas están realizadas sobre soporte circular, como él dice «porque da otra visión a la Naturaleza, la enfoca de otra manera y, aunque cuesta más trabajo es muy bonito. En urbano también he hecho cuadros circulares. Es como que da una aureola de misterio al motivo».

Muchas de sus piezas, tanto de Naturaleza como urbanas incluyen elementos reflejados sobre lagunas en caso de las piezas de Naturaleza y reflejos de días lluviosos en las calles de las cuidades y haciéndole notar ello el autor explica: «El reflejo es el sello característico de mi pintura».

Además, en esta exposición podemos ver tres cuadros que se salen de los dos motivos que trae el autor: la Naturaleza y lo urbano. Como algo especial encontramos tres chicas en blanco, negro y grises pintadas de un modo realista a pincel con una frescura de líneas y una suavidad extraordinarias. Esa suavidad se rompe en los tocados, donde el autor deja el dulce pincel y rompe la obra con la espátula añadiendo ese toque rojo que le caracteriza. Acerca de estas obras comenta «intento representar de modos diferentes a la mujer: su valentía, su dulzura. La represento de una manera diferente, no con las poses características del resto de los pintores, quiero que no sea el retrato de mujer que hacen todos los artistas, coloco a las modelos de formas diferentes y luego rompo el retrato con la espátula».

En el apartado de Naturaleza, además de sus cuadros de flores que ya hemos mencionado, expone varias obras en tamaño grande en las que el ocre se rompe por algunas manchas del verde de los árboles que se diseminan por el paisaje. No es el paisaje típico andaluz de hileras de olivos, sino manchas de árboles a lo largo del cuadro, más relacionado con los paisajes castellano-manchegos que con los andaluces. Poseen estos cuadros una excelente gama cromática y unos cielos especiales.

Para pintar sus cuadros Domínguez va haciendo la mancha con el pincel, pintando esa mancha muy jugosa, que deja secar para luego romperla con la espátula. Lo urbano lo ha trabajado durante muchos años, lo domina perfectamente y en esos cuadros se denotan estructuras geométricas de las que en otro momento tendrá que hablarnos. Por ahora nos conformamos con ver sus obras con los diferentes tonos, motivos y colores que habitualmente utiliza contemplando esos paisajes urbanos, lugares naturales de las llanuras manchegas o personas, que podremos contemplar hasta el 7 de octubre en la galería Alemi de la plaza de San Marcelo en León.
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