El que no corre vuela

19/12/2019
 Actualizado a 19/12/2019
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El que no corre vuela, o al menos eso parece ser, pero en todo esto siempre existen algunos que con determinadas tretas o artimañas, quieren demasiado rápido y no sé si esto es bueno, el tortazo puede ser monumental. Lo que vengo a decir, o mejor dicho hablar, son esta lacra de carácter y ciertos aires más comunes a los reptiles, que a los seres humanos, si, está usted en lo cierto, son los trepas. Ese de cuyo ‘sui generis’ tan peculiar ocupan los grande titulares en reuniones de toda índole. Los ‘fulanitos’ y las ‘fulanitas’ no tienen desperdicio alguno, cualquier método es bueno en pro de alcanzar sus objetivos, pese a quien le pese. A muchos les sale más que bien, a otros no tanto, tendrán que afinar más la próxima vez, que por cierto la habrá, o bien porque lo llevan en sus genes o porque alguna institución educativa les habrá dicho que tiene que ser así para llegar a ser algo en la vida. Ser o no ser, ‘to be or not to be’, esta es la cuestión, las miras siempre tan altas, tan lejos que no reparan a su alrededor. Si es que les tengo un cariño tan especial que los encerraba a todos juntos en un mismo lugar para que se entiendan entre ellos, a ver cómo iba a terminar la cosa. Aunque he de reconocer que gracias a ellos podemos disfrutar de grandes veladas repletas de chismes y también chistes, aunque la gracia que procesan es casi nula, si sus formas, causan cierta simpatía y estupor al mismo tiempo. El ingenio cada vez se agudiza más y las nuevas tecnologías parecen ser una de sus grandes armas. Vamos, para ser un gran trepa debes de poseer ciertas cualidades y desde luego abandonar cualquier tipo de moralidad y valores, estos no son buenos para esta profesión que casi aseguraría ser tan vieja como la prostitución, siendo esta otra de sus grandes cualidades, no hace falta vender tu cuerpo, te puedes prostituir de muchas formas. Que sí, hay gente que es más puta que las putas, siendo estas últimas al menos y desde mi punto de vista más honestas, al menos saben lo que hacen y no se tienen que esconder, no me vaya a tomar a cachondeo, pero la prostitución bien entendida y ejercitada de manera voluntaria es una profesión bien digna. Ya tenemos las fiestas encima, ahora bien, a ver si algunos empiezan a correr porque terminamos el año sin gobierno, porque ya les digo que algunos corren y corren y parece que no van a ninguna parte, claro, ¡si es que están corriendo en círculos!, vaya trepas de medio pelo. Y ahora que, vayan ustedes corriendo.
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