"El que gane va a tener con qué picar al otro toda la vida"

Dos temporadas jugaron juntos en el Torrevieja, mismo espacio de tiempo durante el que compartieron equipo en el Ivry. Además, han compartido pista en la selección argentina en un innumerable número de ocasiones. Sin embargo, frente a frente sólo han estado en dos ocasiones y ninguna en un marco tan especial como el de este sábado.

Porque, si para dos jugadores será único el Abanca Ademar - Montpellier, será para los hermanos Simonet. Dos jugadores que crecieron juntos (el mayor, el ademarista Sebas, nació en 1986; el menor y ‘estrella’ del equipo francés, en 1989), que se llevan a las mil maravillas y que junto a Gonzalo Carou y Fede Vieyra harán historia para el balonmano albiceleste al juntarse en un duelo que de hecho se televisará en directo y en abierto en Argentina.

«Es un sueño, un recuerdo y una anécdota que la familia tendrá siempre y que disfrutaremos como nenes», reconoce desde Francia (el Montpellier llega hoy por la tarde a León) Diego, que no oculta que «el que gane va a tener con qué joder al otro para toda la vida».
«Hemos pasado muchas cosas juntos y es momento de acordarse de los momentos en los que jugábamos en la puerta de casa y ver hasta dónde hemos llegado. Es una una ilusión tremenda que toda esta carrera se culmine en un choque de ‘Champions’ a estas alturas de la competición», apunta por su parte desde tierras leonesas Sebastián.

Diego: «Es un sueño, un recuerdo y una anécdota que quedará para siempre y disfrutaremos como nenes» En las dos ocasiones en las que se enfrentaron, la diferencia entre el Montpellier de Diego y el Ivry de Sebas era muy grande y la victoria cayó del lado del hermano menor. En esta ocasión, de nuevo el favoritismo parte para su escuadra, que domina una liga francesa en la que no ha perdido ni un partido y saca seis puntos al ‘todopoderoso’ PSG.

«Saben que son favoritos y asumen ese cartel. En realidad lo sabe todo el mundo, pero yo que veo siempre que puedo sus partidos por mi hermano, tienen un ritmo imposible y están como motos», apunta Sebas, que confía en que el Ademar pueda aprovechar «el jugar con menos presión y que nos vamos a dejar la vida, aunque no sé cómo se le mete mano a un equipo así».

Sin embargo, Diego cree que «no importa quién sea favorito, no pensamos en ello y sabemos que el Palacio es un campo muy duro. Yo jugué hace ya bastante con Torrevieja y he ido a ver a mi hermano y es un ambiente muy lindo y agradable. Esperemos que esté lleno y que sea una fiesta».

Sebastián: «Es momento de acordarse de cuando jugábamos en la puerta de casa y ver a dónde llegamos» Una celebración que, en su caso, será total. Que dará lugar a piques que ya han empezado en la previa, dando pie a una batalla en la que parece que se está mostrando más activo un Sebas que le avisa de que «no hace falta que le recuerde que debe un respeto a su hermano mayor»; añadiendo Diego entre risas que «ya me han llegado amenazas de amigos de mi hermano para que me vaya para atrás...».

¿Servirá de algo lo mucho que se conocen entre ambos? «No es fácil defenderle,porque es imprevisible y muy explosivo, pero lo conocemos mucho más que otros equipos y sabremos pararle, aunque igual busca algo para sorprender», señala sobre ello Sebas, a lo que Diego responde que «me estoy guardando unas cuantas fintas especiales para atacar a Gonzalo...».

La batalla interna está servida. Pase lo que pase, por delante está una eliminatoria que nunca olvidarán.