La presencia de esta oruga, que se advierte por los bolsones blancos, supone un serio peligro sobre todo para niños y animales de compañía, por lo que el PSOE demanda el control de este problema, que cataloga de salud pública.
De esta manera, Alonso, en nombre de este grupo municipal, pregunta si la Concejalía de Medioambiente está realizando algún estudio y seguimiento de la afectación porprocesionaria de los pinos de la ciudad, así como por los sistemas de tratamiento que se realizan.
También señala que, en el caso de que no se esté llevando a cabo ni el estudio ni el seguimiento del problema, se ruega que se actúe de forma inmediata.
Esta oruga suele presentarse en forma de procesión, unas detrás de otras. Además de en los pinos, la procesionaria puede habitar también en cedros y abetos.
El grupo Socialista advierte que el mayor problema que genera este lepidóptero corresponde a su periodo larvario, cuando las orugas están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta, así como intensas reacciones alérgicas.
La sustancia que le confiere esta capacidad urticante –explica- es una toxina termolábil denominada Thaumatopina. El principal efecto negativo radica en los posibles daños a las personas, en especial a los niños, provocados por las poblaciones situadas en las cercanías de las áreas recreativas. «Es por tanto un problema de salud pública», destacan.